«Si no mejoran las cosas es probable que vuelva a Ecuador»

Madrid- Las mala situación financiera que vive España está condicionando la llegada de inmigrantes. Hasta hace unos años, éstos veían en nuestro país una vía de escape a las maltrechas economías de sus países de origen.En la actualidad, a consecuencia de la crisis, está tónica se está invirtiendo. Cada vez son más los inmigrantes que se replantean dar el salto ante la dificultad de poder encontrar un puesto de trabajo.
Es el caso de Leonardo Quiyupangui, un ecuatoriano que aterrizó en España hace cuatro años. «Vine aquí con la idea de trabajar durante unos meses y destinar el dinero que tuviese ahorrado a traer al resto de mi familia», admite apenado este hombre de 44 años. Tardó cuatro meses en encontrar trabajo como albañil con un sueldo irrisorio: «Con el dinero que ganaba me mantenía yo, pero apenas podía mandar dinero a mi familia y no podía pensar en traerlos conmigo».
La crisis del ladrillo ahogó muchas de sus ilusiones. Hace dos años la empresa para la que trabajaba le despidió. Tras mucho buscar, la suerte le volvió a sonreír y ahora trabaja en una fábrica. «Me daba igual lo que fuera. Necesitaba trabajar por mi mujer y por mis tres hijos, para tratar que ellos vivan bien allí», asegura con tono nostálgico.
Sus planes de futuro dependen de la evolución que experimente la economía española. «Si la situación cambia y hay más trabajo seguramente venga mi mujer con los niños, pero si en unos años no mejora es probable que vuelva a Ecuador».