Emma Suárez

Gloria a medias de Kiarostami

La 55 edición de la Seminci ha llegado a su final con una película, «El último bailarín de Mao», de Bruce Beresford, una historia real del bailarín Li Cunxin, en la época de Mao.

La Espiga de Oro ha recaído ex aequo en las películas "Copy conforme", del iraní Abbas Kiarostamy, y "Sin retorno", del argentino Miguel Cohan. En la foto, los miembros del jurado ( de izda. a drcha.) Mar Targarona, Miriam Allen, María Botto y Adoor Gopal
La Espiga de Oro ha recaído ex aequo en las películas "Copy conforme", del iraní Abbas Kiarostamy, y "Sin retorno", del argentino Miguel Cohan. En la foto, los miembros del jurado ( de izda. a drcha.) Mar Targarona, Miriam Allen, María Botto y Adoor Gopallarazon

Es una cinta facilona y predecible, que logra la lágrima sensiblera y la sonrisa. En la época gloriosa del festival estaría justificada esta clausura, público contento no habitual del festival, autoridades, etc. Con la tristeza de este año, la película se queda en absurda.

En cuanto a los premios, lo de la Espiga de oro ha sido la tontería sublime. Premio ex aequo a «Copia conforme», el bluf de Abbas Kiarostami, y «Sin retorno», del debutante Miguel Cohen, un thriller original y bien hecho. Sin embargo, son demasiados galardones, y con una filtración injusta: el distribuidor de la película «La mosquitera», más que filtrar, envió a todos que había ganado la Espiga de Plata.

La otra ganadora
Al examinar el palmarés, se ve la chapuza institucional del jurado. Desde antes de su exhibición ya se hablaba de la película «Incendies». Es una de las películas ganadoras, en realidad, muy ganadora. Mejor guión, Premio de la Juventud y Premio del público

El resto de galardones resultan facilones: tres mujeres en el jurado, pues, Premio Especial, «En el camino», de Jasmila Zbanic. Bella película sobre la lucha de la mujer contra el sometimiento al hombre en la cultura del islam. No existe ningún reparo a los premios a la interpretación para Emma Suárez y Jasper Christensen, y magnífica la Espiga de Plata para «La mosquitera», de Agustí Vila. Se trata de una cinta exagerada y cruel, y todas las maldades que se les ocurran, pero coherente, estupenda.