Desprestigio sindical por Iñaki Zaragüeta

Si las mejores actuaciones se demuestran en las grandes ocasiones, los sindicatos españoles han perdido una oportunidad de oro para demostrar su visión de Estado y su servicio a lo que hoy se conoce como los intereses generales. Así lo han evidenciado con la convocatoria de la huelga para hoy, aclarando que para ellos hay prioridades por encima de la defensa de los trabajadores.
El momento es duro para todos y, por supuesto, también para quienes dependen de una nómina. Tan duro, que se necesita que todos nos dejemos un jirón de nuestras vidas para solucionar el futuro. Es lo que ha hecho el Gobierno y a lo que UGT y CCOO se niegan. Lo peor, es que su conducta resulta bastante sospechosa. Da la impresión de haberse rebelado más por el recorte de las subvenciones -los que, durante demasiados años, le han facilitado la «mamandurria»- que la preocupación por el mantenimiento y creación de empleo.
Su llamamiento sólo se comprende desde el prisma de la politización escorada, contra el PP. Sólo así se interpreta la convocatoria de dos huelgas generales en menos de un año o su reivindicación de celebrar un referéndum para votar las medidas adoptadas por el Gobierno. ¿Dónde queda su sentido democrático?. ¿Para qué sirven las urnas, en las que reside la soberanía popular?.
Con semejantes comportamientos, no sorprende que el desprestigio social de estas centrales quede plasmado continuamente en las encuestas. Sin embargo, ahí siguen los mismos en sus poltronas. Así es la vida.