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Una protesta unitaria de Mossos y Bomberos clama contra los recortes
Unos 10.000 funcionarios de seguridad se manifiestan en Barcelona
BARCELONA- Con las sirenas a todo volúmen y consignas contra los recortes al son de ensordecedores silbatos, miles de Mossos d'Esquadra, bomberos de la Generalitat, agentes rurales y funcionarios de prisiones se manifestaron ayer por el centro de Barcelona para rechazar los recortes del Govern y advertir de los riesgos que comportan para el modelo de seguridad pública.
Unos 5.500 agentes, según la Guardia Urbana, y 12.000, según los organizadores, protagonizaron una marcha rápida y muy sonora, de una media hora por el centro de Ciudad Condal.
Con consignas como «No puedo apretarme el cinturón y bajarme los pantalones a la vez» o «menos seguridad igual a más delincuencia», los agentes y bomberos, la mayoría de ellos ataviados con sus uniformes de trabajo, recorrieron desde las 17.30 horas las calles que separan la plaza Urquinaona y la plaza Sant Jaume.
Al llegar a la plaza Sant Jaume, creando un cordón policial propio por los organizadores y otro de las Unidades de Antidisturbios de los Mossos d'Esquadra que se desplegó ante el Palau de la Generalitat, algunos manifestantes corearon brevemente consignas contra el presidente de la Generalitat, Artur Mas, en las que exigían su dimisión. Al otro lado de la plaza, la Guardia Urbana también estaba desplegada para custodiar el Ayuntamiento de Barcelona.
Los manifestantes leyeron el manifiesto reivindicativo minutos antes de que una comitiva lo entregara a funcionarios de la Generalitat tras lograr acceder al Palau. «Los recortes enmascaran una precarización de los servicios públicos para dar entrada a otras formas de gestión desde ámbitos privados», decía el texto que denuncia igualmente que los sacrificios por la crisis los asumen los trabajadores y sectores «más desfavorecidos».
«Los que provocaron la crisis han sido rescatados con los impuestos de todos y han huido con indemnizaciones millonarias», criticaron los agentes. El manifiesto también lamentó «el autoritarismo y la prepotencia» del Govern, que «no está dispuesto a renunciar a sus privilegios y sólo pide sacrificios a los trabajadores públicos».
En el apartado de reivindicaciones de los Mossos d'Esquadra, el manifiesto advirtió que la actitud «irresponsable» del gobierno catalán «está convirtiendo lo que es una crisis económica en una crisis social, ante lo que la respuesta no puede ser policial, sino que pasa por el diálogo con los agentes sociales».
«Debemos apretarnos el cinturón»
El conseller de Interior, Felip Puig, afirmó ayer que «puede entender las quejas de los cuerpos especiales por el retraso en el pago de la extra de Navidad», aunque señaló que se trata de una medida «absolutamente obligada», y que en tiempos de crisis todos se deben «apretar el cinturón». Puig indicó que puede entender el malestar de los Mossos y de los Bomberos, aunque afirmó que no comparte sus protestas porque considera que se trata de «medidas absolutamente obligadas» que además el Gobierno catalán intentará que no se consoliden de cara al futuro, en referencia a los recortes.
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