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Nuestros metales

La Selección de baloncesto lidera la expedición olímpica española. La final con Estados Unidos, el momento culminante de los Juegos. Las quinielas oficiales aspiran a superar las 18 medallas de Pekín. 

Nuestros metales
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El entrenador campeón de todo con la Selección española lo advirtió antes de la pasada Eurocopa: «El fútbol no puede aliviar la crisis de los españoles».

Vicente del Bosque, como tantas otras veces, antes, durante y después del campeonato, tenía razón. Su análisis puede extenderse a lo que se avecina en los Juegos de Londres. Las medallas tampoco aliviarán la crisis ni resucitarán la paga extra de Navidad ni bajarán el paro... pero servirán para que la «marca España» se reafirme en los que son a día de hoy sus mejores argumentos.

El deporte español vive su particular edad de oro, al margen de la polémica sobre la indumentaria, el «chonichándal» y las dificultades económicas que asolan el país. En la memoria permanecen los 22 metales de Barcelona'92, con 13 oros incluidos y el sexto puesto en el medallero, pero las previsiones más optimistas no andan demasiado lejos.

Antes de que Nadal se viera obligado a renunciar por problemas físicos, las quinielas oficiales apuntaban en torno a 18 metales, la cifra alcanzada en los Juegos de Pekín hace cuatro años. «Estamos donde debemos estar y eso es un nivel altísimo. Hay posibilidades para más de 18», apuntaba Alejandro Blanco, el presidente del Comité Olímpico Español, en un encuentro con LA RAZÓN.

La evolución más reciente del deporte español ha provocado un cambio en el paisaje que era habitual hasta hace cuatro días. Las individualidades que aparecían casi por generación espontánea han dado paso a un protagonismo masivo de los deportes de equipo.

La fortaleza está en el grupo. Fútbol, baloncesto, balonmano, natación sincronizada, waterpolo, hockey... Competirán ocho selecciones, con doblete en dos disciplinas y serias opciones de medalla, en una expedición formada por 282 deportistas. La paridad olímpica no existe. Hay 168 hombres y 114 mujeres.

Con permiso de la final de los 100, la de los 200 y las medallas que se cuelgue Michael Phelps... la fecha clave de los Juegos es la final de baloncesto entre España y Estados Unidos el domingo 12 de agosto a las cuatro de la tarde. Es el día, la hora y el rival que esperan al equipo de Scariolo para culminar la última misión de una selección irrepetible. «Vamos a por el oro», ha comentado Gasol, la estrella de la expedición, con su habitual mezcla de convicción y prudencia.

La frase la firma Pau, pero la suscriben todos. Navarro, Calderón, Marc, Rudy, Reyes... El equipo que también lo ha ganado todo, que ha sido dos veces campeón de Europa, campeón del mundo y subcampeón en los Juegos de Pekín busca el oro olímpico. Es la única cuenta que tiene pendiente.

Hace cuatro años estuvo muy cerca, más de lo que muchos pensaban. Sólo la mejor selección de Estados Unidos desde Barcelona'92 aparcó al «Dream Team» español de entrar definitivamente en la leyenda. Para eso se han juntado con destino a Londres. Es la idea que les persigue desde 2008.

En la Selección tienen asumido su papel como referencia de la familia olímpica española. Ellos, sin Nadal, serán las estrellas en la Villa, los más solicitados para las fotos. Hay jugadores, como Navarro, que disputan sus cuartos Juegos.

El núcleo duro ya compitió en Atenas y Pekín y en ambos casos se toparon con los estadounidenses. En 2004 fue en cuartos de final tras un torneo perfecto; en 2008, en la final. Londres aparece como la última estación para la generación del 80, para los que fueron en su día los júniores de oro.

El atletismo, en crisis

El oro de Fermín Cacho, el 8 de agosto de 1992 en Barcelona, abrió la era más brillante del atletismo español. De esa etapa quedan los recuerdos, José María Odriozola en la presidencia de la Federación y Marta Domínguez. «Una medalla en Londres salvaría el atletismo español», comenta Abel Antón, dos veces campeón del mundo de maratón.

El senador soriano por el PP no tiene demasiadas esperanzas. Se ciñe a una cruda realidad que tiene en las cuatro medallas logradas en los recientes Europeos de Helsinki la última prueba de la crisis que inunda el tartán. Pocas veces un metal ha estado tan caro. La palentina, superadas, que no olvidadas, las sombras de la «Operación Galgo», es una incógnita en los 3.000 obstáculos. Su presencia en Londres tiene más de reivindicación que de lucha por alcanzar el podio.

Los brotes verdes son escasos. David Bustos es la nueva promesa del 1.500. Cacho ganó el oro con 23 años. Bustos tiene 22 y la cita olímpica quizá le llegue demasiado pronto. Natalia Rodríguez y Nuria Fernández, también en el mediofondo, son las opciones más reales de «tocar chapa». Ni la marcha ni los concursos... El atletismo español está condenado en Londres a asumir que debe afrontar una nueva era.

Bajas y candidatos
Dos de los oros olímpicos de Pekín, Nadal y Samuel Sánchez, no pueden defender el título en Londres. La grandeza del deporte español permite aspirar a medalla en dos disciplinas, tenis y ciclismo, en las que no están sus números uno. En Wimbledon ningún equipo podrá presumir de tener a su cuarteto del cuadro individal entre los 30 mejores del mundo. Valverde y Luis León Sánchez estan llamados a defender el oro de «Samu» en Pekín.

La Selección de baloncesto no está sola. «La Rojita» de fútbol pretende imitar a sus mayores. Con tres campeones de Europa, Javi Martínez, Jordi Alba y Mata, el grueso de los campeones de Europa Sub'21 de hace un año pretenden reeditar el oro que los Guardiola, Kiko y compañía conquistaron en el Camp Nou hace 20 años. El Brasil de Neymar es la amenaza. Hockey y balonmano también están en la lista de candidatos al podio.

Y siempre quedan los clásicos. A la natación sincronizada, huérfana de Gemma Mengual, sólo la pueden mirar por encima del hombro las rusas. Son garantía de medalla siempre.

Lo mismo puede decir David Cal. El palista gallego persigue un metal que le convierta en el deportista español con más medallas olímpicas de la historia. El ciclista Joan Llaneras tiene dos oros y dos platas; Arancha Sánchez Vicario, dos platas y dos bronces. Cal, que se estrenó en Atenas, aspira al podio por terceros Juegos consecutivos.

Gómez Noya en triatlón, la eclosión de Mireia Belmonte en la piscina, el vivero que siempre supone la vela, el Pirri de turno que aparece por sorpresa en todos los Juegos y con el que pocos contaban... Medallas para reforzar la marca España.

A Marta le falta tiempo


A Marta Domínguez le falta tiempo. Después de casi dos años sin competir, la lesión que sufrió en los campeonatos de Europa disputados el mes pasado pone en peligro sus opciones en Londres. Marta, una competidora, espera en Londres conseguir la única medalla que le falta, una en los Juegos. En Pekín estuvo cerca, pero una valla se le atravesó cuando estaba a punto de subirse al podio. Esa medalla es su principal argumento para continuar en activo a los 36 años. De la evolución de su lesión depende que cumpla su sueño.