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El Gobierno pide a Mas que pague al Estado para evitar el efecto llamada
BARCELONA– La agenda catalana fue una de las protagonistas de la rueda de Prensa posterior al primer Consejo de Ministros del recién estrenado Gobierno de Mariano Rajoy. Soraya Sáenz de Santamaría, como vicepresidenta del Gobierno, lanzó un aviso al equipo de Artur Mas, que el retraso de los pagos al Estado de la liquidación de las retenciones del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) y las cotizaciones de la Seguridad Social sea una situación «puntual y no generalizada».
El Gobierno de Rajoy teme un efecto bola de nieve de lo que el conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, llama «cierre de cajas transitorio», que aplicado a la política sería arrastrar al resto de Comunidades Autónomas a tomar la misma decisión de retrasar pagos. Juega a favor del PP que, el 22-M, el tsunami azul arrasó España y, al margen de Cataluña, sólo el País Vasco, Asturias y Andalucía no están bajo la vara de mando popular.
Negociar una solución
Sáenz de Santamaría, tras lamentar que en el traspaso de poderes no se le comunicara la decisión de la Generalitat de retrasar los pagos, avanzó que la ministra de Empleo, Fátima Báñez, se ha puesto ya a trabajar con su equipo para acabar con la insumisión fiscal de Cataluña.
Con su particular «cierre de cajas transitorio», Mas-Colell denuncia el impago de los 759 millones correspondientes a la liquidación de la disposición adicional tercera de 2008, que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero se negó a pagar a Cataluña.
La presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, interpretó ayer uno de sus primeros papeles como mediadora entre el Gobierno y la Generalitat. En una entrevista en Catalunya Ràdio, aseguró que Mariano Rajoy está por la labor de cumplir la ley y los compromisos con Cataluña –devolver la deuda pendiente de los 1.400 millones de euros del fondo de competitividad y de los 759 millones de la adicional tercera–. Pero vinculó que el PP cumpla los deberes a que Mas modifique su política de recortes.
De entrada, el PP no comparte la tasa turística ni la idea de cobrar un euro por medicamento prescrito a «todos». Sánchez-Camacho insistió en que Mas tiene margen para reducir gastos, como recortar los 400.000 euros que cuesta el alquiler de la embajada de Nueva York. En una entrevista al canal norteamericano, Bloomberg Television, Mas alertó de que si Rajoy no ayuda a las autonomías, el Estado se colapsará.
Quien tampoco está de acuerdo con ela actitud del Govern es el PSC, que no comparte el «cierre de cajas temporal». Su primer secretario, Pere Navarro, pidió al Govern respete la legalidad vigente. El alcalde de Terrassa preguntó a Mas-Colell qué pasaría si los ayuntamientos no pagaran a la Generalitat con la excusa de que se les debe dinero. La insumisión fiscal es sólo una medida más para llegar a fin de mes. Otras son aplazar los pagos a los proveedores y la retribución navideña a los funcionarios.
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