Barcelona
CiU caldea la precampaña y denuncia al Govern por los informes inútiles
Los nacionalistas dicen que no quieren «ensuciar» la política y niegan una revancha por el «caso Palau».
La proximidad de las elecciones ha crispado hasta cotas insospechadas las relaciones entre CiU y PSC y está haciendo temblar los cementos sobre los que se sustenta el «oasis catalán». No en vano, ambas formaciones han encontrado en los casos de corrupción la mejor baza para desestabilizar al contrincante en un contexto preelectoral. Mientras el PSC usa la presunta financiación irregular de CDC a través del Palau de la Música para ensuciar la imagen de los nacionalistas, CiU ha optado por desenterrar los informes inútiles encargados por el Govern. Tanto es así, que el pasado 31 de mayo la federación denunció al tripartito ante la Fiscalía por un presunto caso «de financiación irregular» a través del encargo de informes sin utilidad.
«Depurar responsabilidades»
CiU acusa a los partidos que integran el Govern de haber incurrido en los presuntos delitos de malversación de caudales públicos, prevaricación y falsedad documental. A lo largo de las 24 hojas de la denuncia, firmada por el abogado Jesús María Silva Sánchez, los convergentes repasan algunos de los informes irregulares encargados por el Govern y exigen a la Justicia que «depure» responsabilidades, además de «averiguar» si los autores de los informes son, o han sido, militantes de las formaciones que integran el Govern. El texto también pone el acento en las dificultades que la oposición ha tenido durante los últimos años para poder acceder a los informes externos de la Generalitat.
Los nacionalistas niegan que la decisión de denunciar al Govern sea fruto de una revancha tras la polémica del Palau porque, dicen, fue tomada el pasado mes de abril en una reunión del consejo ejecutivo nacional de CiU y también descartan que su objetivo sea «ensuciar» la política catalana.
Según avanzó el líder dela federación, Artur Mas, la decisión nació a raíz de la percepción de que la investigación de la Fiscalía no avanzaba «lo suficiente». Cabe recordar que el sindicato de funcionarios «Manos limpias» denunció en 2009 al tripartito por presuntas irregularidades en la contratación de informes, pero la investigación aún no ha concluido. Los nacionalistas esperan que su denuncia dé un nuevo impulso al proceso. «Se malgastó dinero público y esto alguna consecuencia debe tener», avisó Mas. Pese a la retahíla de buenas intenciones expresadas por Mas, el líder de CiU reconoció que su partido también pretende comprobar si la Justicia aplicará ahora la misma vara de medir que usó en el «caso Treball», en el que condenaron a cuatro años y medio de prisión al ex secretario general de Trabajo de CiU Josep Maria Servitje.
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