Bruselas
Aznar participará en la convención que definirá el programa de Rajoy
El PP no cuantificará en éste mejoras sociales hasta conocer la herencia
El ex presidente del Gobierno José María Aznar estará e intervendrá en la Convención Nacional en la que durante tres días el PP debatirá sobre las propuestas y los objetivos que se plantea «conquistar» para que España «vuelva a ser un país de oportunidades».
A diferencia de los actos sectoriales celebrados hasta ahora, esta vez el protagonismo no será para los expertos independientes, sino que lo ejercerá el partido y su «plana mayor» en las mesas de debate que girarán en torno a las grandes cuestiones marcadas por Rajoy a principios de curso: economía, educación, reforma de la Administración Pública, fortalecimiento institucional, Estado de Bienestar e imagen de España en el exterior.
Aznar, que fue recuperado para la vida más activa del partido en la pasada campaña de las autonómicas y municipales, tendrá la oportunidad de hacer uno de los tantos discursos que darán contenido al cónclave. Desde la comisión encargada de elaborar el programa anticipan que de la convención no saldrán propuestas efectistas ni la cuantificación de promesas sociales –que tampoco irán en el programa– porque eso choca con una campaña lo más «realista» posible, en la que se insiste en el mensaje de que esperan «sacrificios» y en la que, además, se «huye del populismo de erigir al PP en salvador de ningún colectivo social».
Por ejemplo, oficial y oficiosamente la dirección insiste en que su aspiración es descongelar las pensiones, actualizarlas e incluso mejorarlas, y que lo harán «en cuanto puedan». Pero no fijarán fecha ni anticiparán en cuánto hasta conocer qué se encuentran en la caja, cuál es la situación internacional y qué demanda Bruselas.
Rajoy conoce por canales no oficiales las últimas exigencias que el Banco Central Europeo trasladó en verano Gobierno de Zapatero cuando por segunda vez –la primera fue a principios de 2010– España estuvo al borde del colapso financiero. Y maneja, asimismo, «muy buena información económica» que le llega por canales ajenos a su partido y a su equipo especializado en ese área. Esa información está condicionando también en buena medida –dicen sus colaboradores– su estrategia de campaña y el alcance de sus propuestas.
Fuentes de la dirección confirmaron a este diario que en la Convención de Málaga el eje de su discurso será presentar su programa político-social de recuperación, sin perjuicio de que adelante alguna medida más. Eso sí, por anticipado descartan que vaya a colocar el foco en la reforma laboral, aunque ya estén definidas las líneas principales que darán contenido al lema «flexibilidad y estabilidad». La reforma incluirá la idea de vincular salarios y productividad y convenios a nivel de empresa.
En el discurso, el PP sigue sembrando el camino de desconfianza hacia lo que se pueda encontrar en las arcas públicas si gana las elecciones generales. Ayer fue el vicesecretario de Comunicación, Esteban González Pons, quien advirtió de que la ejecución de sus compromisos programáticos dependerá de la herencia que reciban del PSOE. Incluso anticipó que temen hallar un «agujero» que les obligue a adoptar medidas de «ortodoxia presupuestaria» que «en ningún caso» –subrayó– «conllevarán nuevos recortes sociales».
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