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Españoles y catalanes por Miguel ORS

La Razón
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L1 Criterio
De don Pedro Escartín, el mejor árbitro español de todos los tiempos, aprendí a ser benevolente con los árbitros: «Lo más difícil del fútbol –decía– es hacer gol. Lo otro más difícil, si se es árbitro, es no equivocarse. Al árbitro hay que exigirle criterio. Los árbitros buenos son los que metodizan su criterio. Los malos, los que carecen de criterio». Tito Vilanova ha sido claro al referirse al árbitro Mateu Lahoz, cuyo criterio versátil y oscilante «cambia el desarrollo de un partido». Es verdad. La impresión que a veces transmite Mateu Lahoz es que no distingue cuando debe y cuando no debe aplicar la ley de la ventaja, y cuando debe y cuando no ser severo con acciones peligrosas. Desconcierta y desorienta, sí. El error es perdonable; la carencia de criterio, no. Parece que no es muy profesional carecer de criterio.
M2 Cardenal
La otra belleza de la mujer es el estilo. El otro atractivo del hombre es la clase. Clase, o sea afabilidad, cultura, buenas maneras, estética. Miguel Cardenal, secretario de Estado para el Deporte, jaspea con esos atributos su personalidad. Le bullen muchas ideas en la cabeza, irrealizables algunas tal vez, hermosas de todos modos. Su ecuación: I+C. Traducida al castellano, igualdad y competitividad. Observada desde el fútbol, más igualdad en la distribución de los derechos de televisión y competitividad, que el invulnerable duopolio Real Madrid-Barça puede adelgazar, a la larga, el interés por la Liga. Cada vez acude menos gente a los estadios y cada vez la Liga, con su «loco y disgregador horario monetarista», interesa menos (comprobado aritméticamente, y la aritmética no miente: afortunadamente es apolítica).
Felicidades al presidente de la Federación Española de Baloncesto, José Luis Sáez, y a Alfredo Relaño por el nuevo foro 2014-As. Echamos de menos a Pedro Ferrándiz, siempre.
X3 Perder
Otra victoria del Barça:0-2 al Benfica. Con Tito, el equipo trabaja más las alas; y Messi, como casi siempre, o hace goles o los prefabrica. Pondera de Messi el entrenador luso Jorge Jesús, su genio pero también su pugnacidad de soldado raso: «Hace florecer margaritas en el césped».
La gente amante del fútbol, en la calle, habla a todas horas «del problema de este país», que no es otro que el generalizado «estado del malestar», y de si el Madrid, el domingo, en el Camp Nou, conseguirá hacer trizas la invicta racha de Tito.
–Otra victoria del Barça sería horrible para el Real Madrid y para la Liga como competición. A veces, lo mejor para la inmensa mayoría no es ganar, sino perder. La esencia de la competición es la incertidumbre. El fútbol sin el «suspense» de la incertidumbre pierde interés y garra.
Hay quien razona así.
V5 Cabreado
Soy un jubilado catalán cabreado. No me gusta Mas, lo que está haciendo Mas no es bueno para nadie. Amo a Cataluña como español y amo a España como catalán –me lagrimea, casi, Fernando Torrens, socio del Barcelona y del Espanyol–.
Prosigue:
–Pienso a veces que fue España la que inspiró a Tolstoi su famosa novela «Guerra y Paz».
Repudia la provocación del Camp Nou:
–Vestir el estadio con una «senyera» confeccionada con más de 90.000 cartulinas para recibir al Real Madrid es una bravata tan zafia como burda. La política es solidaridad, y la culpa de muchas de las cosas que últimamente suceden en España es imputable a los políticos, que sólo piensan en ellos, en su bienestar.
Como este español de Cataluña o este catalán de España, piensa –me parece– la inmensa mayoría de españoles de Cataluña y de catalanes de España.
¿Por qué no nos ayudamos y abrazamos todos como se ayudan y abrazan Iniesta, Xavi, Ramos y Casillas: Cataluña y España? Une el fútbol lo que los políticos separan: una inmensa verdad.