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Francia demanda por fraude al fabricante de las prótesis PIP

Chantal Guerin, una afectada, muestra su prótesis ya retirada
Chantal Guerin, una afectada, muestra su prótesis ya retiradalarazon

MADRID- «Existe la sospecha de que nos encontramos ante un caso cuyo móvil es el dinero». Así lo reconoció el sábado el ministro de Salud francés, Xavier Bertrand. El responsable de la sanidad gala anunció, en una entrevista con la emisora Europe 1, que su Gobierno presentará una denuncia penal contra la empresa responsable de los implantes mamarios PIP, que resultaron ser defectuosos por estar fabricados con silicona industrial, y no médica.

Bertrand aseguró que creen haber sido víctimas de un «engaño» por parte del fabricante, que quebró en 2010. El motivo es que las prótesis no sólo fueron implantadas a mujeres que se operaron por motivos estéticos, sino que la Seguridad Social gala también subvencionó estos implantes para reconstrucciones mamarias de pacientes con cáncer. En suma, son 30.000 las francesas que llevan o han llevado las prótesis PIP, y el Ejecutivo calcula que, en el caso de que se les retiren a todas, como ha aconsejado, el coste puede rondar los 60 millones de euros.

En nuestro país la situación tiene algunas similitudes. Hay menos afectadas –10.000, como máximo, de acuerdo con la estimación del jefe de Cirugía Plástica de La Paz, César Casado–. Si se extrapola el cálculo francés, el coste de retirarlas podría rondar los 20 millones, aunque en España el Gobierno, de momento, aconseja revisar caso por caso y sólo retirar las prótesis en caso de rotura. Al igual que en Francia, la Sanidad Pública también empleó las PIP en reconstrucciones mamarias de pacientes operadas por motivos de salud.