Extrañas respuestas por Julián GARCÍA CANDAU

Siempre tuve gran aprecio a Del Bosque. Por sus condiciones humanas y deportivas. Siempre también admiré sus comportamientos como futbolista y entrenador. Ahora, como les ha ocurrido a la mayoría de los seleccionadores, en cuanto ha llegado una derrota ha tenido que sufrir críticas, que no le han gustado, y se ha defendido de forma impropia en él. Está en el sueldo soportar que cincuenta millones de españoles pongan en solfa sus métodos si llegan acompañados de la derrota. Caer con Suiza y ganar a Honduras, aunque de manera poco satisfactoria, ha sido determinante para que, donde antes sólo había plácemes, haya discrepancias.Me ha sorprendido que dijera que no iba a haber bandazos y los hayamos visto. Me extraña en él, hombre tan sensato, que después de no haber roto un plato al frente de la selección y aprovechar el trabajo heredado, ahora, quiera convencernos de que hay varias maneras de conseguir la victoria. Efectivamente no hay una sola fórmula. Lo extraño en él es que no se aferre a lo que llevó a ganar la Eurocopa y le ha proporcionado llegar al Mundial sin una derrota. Tiene autoridad moral suficiente para intentar otras maneras, pero experimentar en un torneo como éste es peligroso. El equipo jugaba de una determinada manera y explotar esas condiciones ha sido rentable.