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Balcones a precio de palco del Bernabéu

Balcones a precio de palco del Bernabéu
Balcones a precio de palco del Bernabéularazon

PALMA DE MALLORCA- El dueño del bar El Bufete, situado a sólo unos metros de los Juzgados de Palma, se prepara para su día grande. «Este sábado abrimos por Urdanga». El cartel que ha colgado en la puerta del local –donde, aseguran los parroquianos, el juez que interrogará al duque de Palma se toma una caña de vez en cuando– es toda una declaración de intenciones. Para los negocios aledaños a la sede judicial en la que comparecerá hoy Iñaki Urdangarín, el revuelo mediático es un pequeño maná en la dura travesía de la crisis. No sólo para los comerciantes. Los balcones con vistas privilegiadas a la entrada a los juzgados se pagan a precio de palco del Bernabéu. Fernando no ha tenido tanta suerte. Por el suyo, que no está en primera línea, «sólo» le ofrecieron 1.000 euros.

Y eso que, finalmente, el duque de Palma llegará en coche hasta la puerta de los juzgados, según decidió ayer in extremis el juez decano, a instancias de la Policía y casi a regañadientes, «con carácter excepcional y por estrictas razones de seguridad». Pero en el patio al aire libre utilizado como aparcamiento en el que se detendrá el vehículo, el metro cuadrado se cotiza muy caro. Sólo una valla separará al duque de Palma de la legión de periodistas (70 medios acreditados más los espontáneos que tendrán que contentarse con esperar fuera). El coche ni siquiera podrá maniobrar para dar la vuelta y, según apuntaron fuentes del tribunal, tendrá que volver a la calle marcha atrás por la cuesta.

Urdangarín únicamente tendrá unos fugaces segundos de exposición a las cámaras, los que tarde en alcanzar el ascensor del edificio, que luce escalera más propia de un palacete que de una sede judicial.

¿A qué hora se producirá la llegada del duque de Palma? Según las fuentes consultadas, saldrá del Palacio de Marivent sobre las ocho y media para llegar a las nueve menos cuarto al tribunal, quince minutos antes de la hora fijada para el comienzo de la declaración. Ésta no se desarrollará, por motivos de espacio, en el Juzgado de Instrucción número 3 del que José Castro, el instructor de la causa, es titular, sino en la Sala de Vistas, donde Urdangarín tendrá todo el tiempo frente a él, detrás del magistrado, un retrato de Don Juan Carlos que preside la estancia.

A su derecha se sentarán los letrados de las acusaciones (Manos Limpias, Gobierno balear y Fiscalía Anticorrupción) y a su izquierda, sus abogados, que estarán encabezados por Mario Pascual Vives. Detrás, repartidas en ocho filas de bancos, unas 60 togas, las de los abogados que tienen derecho a asistir (y a preguntar a Urdangarín) al estar personados sus clientes en cualquiera de las 26 piezas separadas del «caso Palma Arena», la investigación matriz.

Como ha sucedido en anteriores interrogatorios, el juez tiene previsto hacer un receso a media mañana para tomar un café y otro a la hora de comer, el momento que los bares de la zona esperan con la ilusión del sorteo de Navidad.