La salida de López Garzón: «El partido y el Gobierno tienen sus atribuciones»

SEVILLA- El Consejo de Ministros confirmó ayer el «cambio de cromos» anunciado el jueves por el PSOE-A. Juan José López Garzón fue cesado como delegado del Gobierno en Andalucía y el senador y ex consejero de Obras Públicas, Luis García Garrido, ocupa ya su lugar y tomará posesión formalmente el próximo lunes. La plaza que éste deja libre en la Cámara Alta será para el candidato socialista a la Alcaldía de Sevilla, Juan Espadas, el principal motivo de este «baile de sillones». Los intereses del PSOE-A provocan un cambio en las instituciones del Estado.

López Garzón no perdió el tiempo y antes incluso que la portavoz del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, confirmara su relevo, solicitó su incorporación a la cátedra de Matemática Aplicada de la facultad de Arquitectura de la Universidad de Sevilla.

Después de seis años y dos meses en el cargo, el ex delegado explicó que la vicepresidenta primera del Ejecutivo de la Nación, le comunicó hace unos días su cese. «Cuando me nombraron no me dieron ninguna explicación y cuando me cesan, tampoco me deben dar ninguna explicación», comentó siguiendo el guión que marcan los partidos políticos en estos casos.

Más críptico se mostró cuando le interrogaron sobre si considera que este «baile de cargos» es una forma de pervertir las instituciones. «Entenderán que no tenga opinión sobre este asunto porque el partido y el Gobierno tienen unas atribuciones y las están ejerciendo». López Garzón reconoció implícitamente que los intereses del PSOE-A han pesado en este desenlace.

Sin embargo, el ex delegado del Gobierno justificó la decisión y aseguró que los ciudadanos son «inteligentísimos y lo entienden perfectamente».

La que tampoco expuso ningún argumento para explicar el cese de López Garzón fue De la Vega. La vicepresidenta primera del Gobierno dijo que no había «ninguna desconfianza» y que «lo había hecho muy bien». ¿Por qué entonces no continúa? «Hay que dar un nuevo impulso e iniciar una nueva etapa» justificó para el relevo de la mayor Delegación del Gobierno en España.

El sustituto de López Garzón no quiso entrar en polémicas. «He sido llamado para cumplir una responsabilidad por el Gobierno de España y no voy a entrar en comentarios de otro tipo porque sólo espero trabajar en beneficio de la ciudadanía», expresó en declaraciones a Efe.
García Garrido –que comenzó en política en el año 1975 como concejal del Ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda y de ahí paso a la Junta de Andalucía– expresó su «ilusión» por el cargo ya que «he trabajado mucho, casi toda mi vida política en Andalucía». «Es una tierra a la que conozco y a la que quiero profundamente», dijo.
 
Desde el PSOE-A, la confirmación de la noticia adelantada por ellos mismos se acogió con satisfacción. El portavoz del grupo parlamentario socialista, Mario Jiménez, aseguró que García Garrido será un «importante» nexo entre el Gobierno de España y la Administración andaluza.

En la misma línea se pronunció el consejero de Gobernación y Justicia, Luis Pizarro, que se mostró «absolutamente convencido» de que lo «hará bien».

No hacían la misma interpretación desde el PP. La portavoz del partido, Rosario Soto, criticó que la Junta y el PSOE-A «estén centrados en estos momentos de crisis económica en sus intereses electoralistas y no en resolver los problemas de la ciudadanía».

«Creo que es un buen ejemplo»
López Garzón no ha esperado a que el PSOE le busque otro cargo, práctica muy extendida en el partido. Es la ventaja de ser profesor en la Universidad y no depender del puesto que te asignen. «Es un buen ejemplo tratar de mandar un mensaje a los ciudadanos de que la política es un servicio noble cuando se ejercer con dignidad, que es la inmensa mayoría de los casos, y que ello no condiciona la vida de las personas». A las clases de la Universidad se llevará algunos de sus recuerdos más duros, como los casos de Marta del Castillo, de Mariluz o el de un niño sevillano que resultó muerto en un tiroteo en la Costa del Sol.