Italia

A la cuarta tampoco

Si el discurso de Liga y AFE ha sido tan distinto en las cuatro reuniones mantenidas para desconvocar la huelga como delante de los micrófonos, no es extraño que lleven varios meses tratando de llegar a un acuerdo y el campeonato vaya a empezar, como muy pronto, con una semana de retraso.

Los representantes de los futbolistas (a la izquierda) y los de los clubes (a la derecha) en la mesa de negociación, ayer en Madrid
Los representantes de los futbolistas (a la izquierda) y los de los clubes (a la derecha) en la mesa de negociación, ayer en Madridlarazon

Las dos partes implicadas en la «guerra del fútbol» volvieron a verse ayer durante casi tres horas, con la única conclusión de «seguir trabajando» y la voluntad de encontrarse nuevamente esta tarde para tratar de que la segunda jornada pueda disputarse cuando estaba previsto. Dice el sindicato que las posturas todavía están lejos y esto también sucede en el tono con el que los contendientes explican la negociación.

Quico Catalán, presidente del Levante y la voz ayer de la patronal, se mostró optimista respecto a lo productivo de las conversaciones: «El mensaje que trasladamos es que seguimos trabajando y avanzando en documentos. Creemos que se puede sacar algo positivo de esta reunión. Hemos puesto todo de nuestra parte y seguimos presentando propuestas que ojalá sean aceptadas por la AFE. Ha sido una reunión más de trabajo que de negociación y ojalá este trabajo signifique llegar a un punto de encuentro».

Desde la AFE, el mensaje volvió a ser más pesimista, al recordar una vez más Luis Gil que «las posturas siguen lejos en cuanto a las garantías». El segundo de Rubiales reconoció que se habían tratado los cuatro puntos fundamentales que han provocado la huelga. Los derechos de imagen, la polémica interpretación de las convocatorias de la Selección como vacaciones y la posibilidad de que los futbolistas puedan quedar libres automáticamente tras tres impagos preocupan a la AFE, aunque quedó claro que la clave de todo es el Fondo Salarial. Los futbolistas reclaman que se les garantice los 50 millones que se les debe y que se busquen medidas preventivas para las deudas futuras. La Liga ofrece 40 e insiste en que está en el «límite de sus capacidades».

Ninguno de los portavoces quiso ser muy explícito en las propuestas que se habían tratado ayer, ni en si alguno de ellos podía dar el primer paso cediendo en su postura. «Trataremos de llegar a acercamientos», insistía Astiazarán que, como Luis Gil, remitía al encuentro hoy a las 16:00 en la sede de la AFE, mientras que ayer por la tarde y esta mañana estaba previsto que los abogados avanzaran en la redacción de las propuestas.

La huelga sigue en pie y la segunda jornada, en el aire; pero al menos parece que ahora las dos partes en conflicto son capaces de escucharse y podrían evitar a los aficionados otro fin de semana en blanco.


La Liga italiana, también amenazada
El comienzo de la Liga en Italia, previsto para este fin de semana, también está en el aire debido a la amenaza de huelga de los futbolistas. Su presidente, Damiano Tommasi, utilizó las mismas palabras que pronunció Rubiales, al asegurar que «si no hay nuevo convenio no habrá fútbol». La temporada pasada ya hubo dos amagos de paro, que se salvaron a última hora gracias a acuerdos verbales. El punto de máxima fricción tiene que ver con el aumento en un 10 por ciento de los impuestos que gravan los contratos de los futbolistas. También es foco de polémica la norma que permite a los clubes apartar a los jugadores con los que no cuentan para forzarles a aceptar un traspaso.