Las grandes empresas arremeten contra Obama

Magnates y directivos de muy diversos sectores han arremetido contra la política de Obama, a lo que se une el desplome de su popularidad –sólo el 41% de los electores aprueba su labor–, así como las malas previsiones sobre la recuperación económica que se ha ralentizado ostensiblemente.

En julio, los grupos empresariales de EE UU, representados en la Cámara de Comercio, mostraron su malestar con las políticas normativas y presupuestarias que, según dijeron, «están costando empleos». Los ataques por parte de altos directivos de grandes compañías norteamericanas se suceden. La banca se queja del vilipendio de Obama a la industria financiera, culpada de la crisis. El magnate de los medios de comunicación Steve Forbes ha denunciado la hostilidad de la Administración hacia la empresa privada –crítica compartida por Paul Otellini, consejero delegado (CEO) de Intel, llegando a comparar su política económica con la de Mussolini.

El CEO de Blackstone, Steven Schwarzman, afirmó que «es como cuando Hitler invadió Polonia», en alusión a la posible creación de un impuesto a los gestores de capital riesgo, frase por la que tuvo que disculparse. En la misma línea se pronunció Muhtar Kent, CEO de Coca Cola, que equiparó la política de Obama con la de la URSS.