Afganistán
Asesinado por dar clase a las niñas
«Las autoridades no están haciendo lo suficiente para proteger a las alumnas y profesores de los centros», denunció a LA RAZÓN la parlamentaria del Gobierno provincial de Nangarhar, Muhtarma Ameen.
«Necesitamos más seguridad, no sólo en las escuelas sino también en las calles, los hogares e, incluso, en las mezquitas», advirtió la diputada tras el asesinato del director de un colegio femenino en la provincia de Logar, al este de Kabul. Se trata de Jan Mohamed, director de la escuela de niñas de Porak, que fue asesinado por unos desconocidos cerca de su casa el martes. También un hijo del fallecido resultó herido en el ataque. Mohamed había recibido varias amenazas de muerte de los talibán, que le advirtieron de que dejara de enseñar a las niñas.
Desgraciadamente, casos como éstos se repiten en todas las provincias de Afganistán.
A pesar de las millonarias inversiones por parte de la comunidad internacional para mejorar la situación de la mujer afgana, las políticas del Gobierno de Kabul no difieren de las de la época talibán.
«Hablan de mejorar la educación, de los derechos de las mujeres, porque se lo ha impuesto la comunidad internacional. Las autoridades han demostrado lo cerca que están ideológicamente de los talibán», criticó Ameen, que insistió en que si los talibán fueron expulsados, quienes ocupan ahora el poder «no son mejores». «El Gobierno de Karzai se ha gastado millones en una campaña para escolarizar a niñas», denunció la diputada, pero la realidad es que «toda esa inversión se ha dedicado a carteles y nada a mejorar la infraestructura de los centros o la seguridad». Según el Ministerio de Educación, un total de 120 escuelas femeninas han sido atacadas, incluso incendiadas, y cerca de 600 han tenido que cerrar por amenazas de los talibán en 2010.
En declaraciones a LA RAZÓN, el portavoz de Educación, Sadiq Patman, dijo que la mayoría de los ataques han ocurrido en las provincias del sur y este del país, tales como Kandahar, Paktika y Logar donde el talibán tiene una mayor influencia. Pero también en Kabul, en septiembre del año pasado, fueron atacados dos colegios de niñas en Kart-e-nau, un barrio pastún. Las autoridades lo calificaron de accidente para encubrir un ataque con gases tóxicos. En total, 44 escolares y 4 profesoras resultaron intoxicadas.
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