Crítica de cine
Bardem y «la belleza de la sordidez»
El actor protagoniza "una historia importante"que reflexiona sobre la "inmigración, la explotación y la esclavitud moderna"
Alejandro González Iñárritu ya conoce los defectos que han encontrado a su primera aventura sin Guillermo Arriaga, pues ya pasó por el Festival de Cannes y ha sido estrenada en su país. En «Biutiful» el mexicano nos regala un tour turístico por la Barcelona negra de la inmigración, guiado por Uxbal (Javier Bardem), aspirante a santo laico. «A los que me acusan de exceso de miseria, les diré que no puedo pasteurizar un tema como éste que la gente se niega a mirar», dice el director.
Historias cruzadas previsibles
Para los que han observado que Iñárritu no domina las subtramas en su primer filme lineal, también envió otra justificación: «Después de "Babel"consideré que había dicho ya todo lo que tenía que decir en las historias cruzadas, que se había convertido en algo casi previsible. Así que exploré un nuevo territorio narrativo: un solo personaje desde un solo punto de vista.
Aunque ha acabado siendo circular, pues empieza donde acaba», comentó. Prefirió ayer hablar de luminosidad y citó a los personajes que proyectan buena energía en el filme –interpretados por Ana Wagener y la africana debutante Diaryatou Daff–, que respaldan a este padre coraje que engaña a los mafiosos y habla con los muertos. Y acabó por admitir que todo el filme «es una apuesta por la contradicción de nuestra existencia, una invitación a descubrir la belleza en la sordidez». Iñárritu también sabe que le ha cosido a Bardem uno de los personajes de su carrera: «El trabajo de Javier es monumental. La trascendencia de su trabajo no proviene de la técnica interpretativa. Su verdad va más allá de la interpretación». El actor español prefiere no oír hablar de su candidatura a los Oscar, que ya se rumorea: «La carrera por el Oscar es puro mercantilismo. Bueno, mentira, porque también importa el trabajo, pero es algo que va independientemente de mí». No demasiado extenso en sus explicaciones, Bardem calificó la trama como «un guión excelso» y aseguró que el actor tiene la obligación de tomar «conciencia sensitiva» de los conflictos del mundo, para aludir a su contacto con la inmigración durante la preparación del papel.
Fútbol y Sáhara
Estaban tan prohibidas las preguntas personales como siempre que comparece Bardem ante la prensa, al menos durante los últimos años. Para evitarlo se impidió la entrada a todo medio o programa sospechoso. El actor sólo hizo dos excepciones: pronosticó un 4-3 para el Barça y habló sobre el conflicto del Sáhara. Agradecidó la postura del Parlamento Europeo.
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