Cuba

Refugiados políticos por Carmen Gurruchaga

La Razón
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Los presos políticos cubanos han llegado a España en virtud de un acuerdo alcanzado por el Gobierno de Raúl Castro y la Iglesia cubana, que ha trabajado intensamente para conseguir que la dictadura acceda por lo menos a excarcelar a 52 personas de las más de 75 que llevan siete años privadas de su libertad por el mero hecho de exigirla y defenderla. Todavía permanecen recluidos más de un centenar de presos de conciencia en las prisiones de la Isla. Zapatero quiso ayer colgarse una medalla que no le corresponde totalmente cuando habló de la influencia del Ejecutivo español en la decisión de las autoridades comunistas, sin mencionar a la Iglesia, y no se ajustó a la realidad al afirmar que «un grupo de ciudadanos cubanos disfruten, en nuestro suelo, de su propia libertad». Omitió todos los condicionantes que soportan estos excarcelados, pues a pesar de que el Gobierno español les ha otorgado el estatus de residentes, no pueden volver a su país ni vivir allí en libertad con sus amigos y familiares. Es decir, en realidad son unos refugiados políticos, aunque el Ejecutivo formalmente no les conceda este estatus, porque sería tanto como reconocer públicamente que Cuba es una dictadura, y ésa es una realidad que si se propagara enfadaría al régimen castrista. Pero, desafortunadamente, Cuba sigue siendo un lugar en el que la libertad es una utopía por la que hay que seguir luchando.