Rajoy no variará el ajuste de las cuentas ni sus reformas

MADRID- El resultado electoral del PP andaluz tiene dos explicaciones para la dirección nacional. Por un lado, la de que la realidad se impone y es imposible preservar viva esa estrategia de campaña de «tener contento a todo el mundo». Los estrategas populares consideran lógico y previsible que una vez destapada la caja de Pandora de los ajustes, aparezca el primer desencanto entre aquellos votantes menos militantes del PP y en los que se fundamentó la mayoría absoluta de las pasadas elecciones generales. El castigo al «zapaterismo» ya se ha producido y la realidad sociopolítica de España no se ajusta a la radiografía que dejó esa contestación radical a la gestión socialista.

La segunda explicación es que Javier Arenas «nunca ha sido un buen candidato en Andalucía». «Aunque sea el mejor que tenemos», apostillan. Éstas son las dos principales razones en las que explican el resultado electoral, pero suenan muchas más dentro de ese runrún interno que ayer ya se escuchaba en algunos sectores populares, aunque no haya ningún debate oficial al respecto ni en el Gobierno ni en el PP. Que si ha sido un error no rodear a Arenas de un equipo nuevo; que si deberían haber nombrado ya a nuevo director de RTVE; que si se han explicado mal la reforma laboral y la subida de impuestos...

Sin debate formal, en Moncloa y en Génova sí han empezado a hacer examen de conciencia. En el Gobierno no hay margen para un paso atrás en el ajuste y en las decisiones impopulares, pero sí tienen un amplio espacio para mejorar en la comunicación y en la pedagogía, según explican fuentes de Moncloa. «Ni en una ni en otra nos hemos esforzado en estos primeros cien días de gobierno, pecando quizás de confianza en el poder absoluto que no es tan absoluto», añaden. Y en Génova también han pecado de confianza al vender la piel del oso –la mayoría absoluta en Andalucía– antes de cazarlo. Tan altas se colocaron las expectativas que la victoria histórica de Arenas la han transformado en una victoria amarga o casi en una derrota dulce, aunque el análisis más sosegado de los datos no coincida con esa valoración.

Con una reforma laboral agresiva, una subida de impuestos que fue negada en campaña y con la amenaza certera de que el viernes se conocerán nuevas impopulares medidas que se habían mantenido congeladas por motivos electorales, la primera victoria del PP en unas autonómicas andaluzas no es tan mal resultado como el que se ha escrito a gruesa pluma con la primera lectura del reparto de escaños del domingo. Sin perjuicio de que sí tendrá consecuencias a largo plazo en el PP de Andalucía: Arenas no volverá a repetir como candidato a la Junta.

En clave nacional, la desmovilización ciudadana que confirman las urnas andaluzas y asturianas puede ser también un aviso para los convocantes de la huelga general del jueves, o al menos así lo entienden en Moncloa. Los ciudadanos no están a favor de la reforma laboral, pero igual que hicieron el domingo, también el jueves pueden optar por la incomparecencia, según el análisis más sosegado «monclovita».

En cualquier caso, ahora empieza la Legislatura y lo ocurrido el domingo no detendrá las duras reformas económicas que el Gobierno tiene ya preparadas en la cartera. Ayer el presidente del Gobierno arropó a Arenas y dijo sentirse «orgulloso» de su trabajo. «Hemos ganado las elecciones y hemos conseguido el mejor resultado del partido en unas elecciones andaluzas», resaltó.

Arenas tiene margen para administrar sus resultados como considere oportuno y también tiene la fuerza necesaria dentro del partido para recuperarse del «golpe» inesperado y dar la batalla interna. A su llegada a Seúl para participar en la Cumbre de Seguridad Nuclear, el presidente del Gobierno ratificó que seguirá adelante con sus medidas económicas porque «España no puede quedarse parada», informa Ep. Rajoy cree que España no tiene alternativa y no puede permitirse «no hacer lo que tiene que hacer» –explican fuentes de su entorno– «porque no cumplir a final de año con el objetivo de déficit del 5,3 por ciento nos llevaría a la intervención, y eso sí que sería desastroso para el futuro económico y social del país». Por tanto, Rajoy no modulará los Presupuestos que se conocerán el viernes ni tampoco el programa de reformas. Habrá más en abril. Otra cosa es que tome nota de fallos ya detectados y entienda que las cosas se deban explicar mejor.

Obstáculo a las reformas, según Wall Street Journal
A pesar de obtener su primera victoria en Andalucía, el «partido de Rajoy no pudo hacerse con la mayoría necesaria para asegurarse el Gobierno, como pronosticaban las encuestas», señalaba ayer el diario norteamericano «The Wall Street Journal». Un obstáculo en el camino de las reformas de Rajoy que, según el diario norteamericano, llega en un mal momento para España. También «Financial Times» puso la lupa sobre los comicios andaluces y subrayó que «la combinación de 47 asientos de los socialistas y 12 del más radical Izquierda Unida, que dobló su representación respecto a cuatro años atrás, permite a la izquierda permanecer en el poder». Según el rotativo británico, «Andalucía girará a la izquierda porque los socialistas tendrán ahora que acomodar las demandas de IU».
 

Recado de CC OO y UGT tras el 25-M
No han podido evitarlo. Los secretarios generales de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez, mandaron ayer un mensaje al Gobierno del PP en plena resaca electoral. En su opinión, el Ejecutivo debe «reflexionar» tras los resultados obtenidos en las elecciones autonómicas de Andalucía y Asturias, y abrir una mesa de negociación con los sindicatos sobre la reforma laboral que permita corregirla «profundamente». Pero no se quedaron ahí, e incluso alertaron de que las políticas del Gobierno han hecho que España haya sustituido a Italia en el punto de mira de los mercados. Todo ello justo después del 25-M.