El fin de la obra social

MADRID-Entre las dudas que planean sobre la nacionalización de Bankia, una todavía no ha sido ni tan siquiera abordada. La obra social pende de un hilo, el que sostiene el Estado con el capital que prestó a través del FROB al Banco Financiero y de Ahorros (BFA), matriz de Bankia.
Con la intervención, el Estado se convertirá en accionista mayoritario, con casi el 100% del capital, de la entidad resultante de la integración de siete cajas de ahorros a finales de 2010. Este control estatal absoluto diluirá hasta la desaparición la presencia de estas siete cajas. A saber: Caja Madrid, Bancaja, Caja de Canarias, Caja de Ávila, Caixa Laietana, Caja de Segovia y Caja Rioja.

La cuestión es si con ellas se irá por el desagüe de la octava nacionalización desde marzo de 2008, cuando cayó Caja Castilla-La Mancha, toda su obra social.

Aunque Economía valora mantener una participación residual, menor al 5%, para las cajas, éstas no podrían afrontar su obra social, ligada hasta ahora al reparto de dividendos de Bankia. Al ser su participación insignificante, también lo serían los importes recibidos por los dividendos, por lo que las cajas deberían buscar otras vías de financiación para sostener estos proyectos. Hasta ahora, entre Caja Madrid (propietaria del 52,06% de BFA) y Bancaja (del 37,70%) se repartían casi la totalidad de los 152 millones de dividendos, parte de los cuales se destinaban a obras sociales.

En 2010, Caja Madrid dedicó 99,9 millones de euros a estas actividades: 72.328 en obra social propia y otros 27.627 a proyectos en colaboración para un total de 10,4 millones de beneficiarios y proyectos en todos los ámbitos.

Estas partidas se destinaron, entre otros proyectos, a la gestión de 145 centros asistenciales (para menores, enfermos terminales, drogodependientes, discapacitados, enfermos mentales) y educativos (centros de formación y culturales): 110 propios y 35 de gestión cedida.
A estas actividades hay que sumar las becas ofrecidas por Caja Madrid y la cooperación exterior en Honduras, Nicaragua, El Salvador, República Dominicana y Guatemala.

Por su parte, Bancaja avanzó el pasado mes de abril que destinaría 28,3 millones durante 2012, un 22% menos que el año precedente. Los proyectos se enfocan principalmente a los jóvenes, la cultura y las ayudas sociales.

Los minoritarios piden que Bankia sea suspendida
La Asociación Española de Accionistas Minoritarios de Empresas Cotizadas (Aemec) pidió ayer a la Comisión Nacional del Mercado deaValores (CNMV) que suspenda la cotización de Bankia para evitar la pérdida de valor de sus títulos. La asociación cree que debería permanecer suspendida hasta que el mercado «conozca perfectamente y con total transparencia las intenciones del Gobierno».