Roma

Lluís Oviedo: «Algún joven me ha confundido con un maestro kung fu»

Profesor en Roma, explica los factores sociológicos de la conversión

Lluís Oviedo: «Algún joven me ha confundido con un maestro kung fu»
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PAMPLONA- El antropólogo y fraile franciscano Lluis Oviedo participó en el Simposio Internacional de Teología organizado recientemente por la Universidad de Navarra, cuyo tema fue «Conversión cristiana y evangelización». En él trató de explicar las razones por las que la conversión cristiana crece en algunos lugares más que en otros y por qué se debe tratar de diferente manera a los cristianos inmigrantes, que proceden de otras raíces.–¿Cuáles son los factores más comunes por los que alguien cambia de religión o asume una?– Desde el punto de vista teológico, sucede cuando alguien se encuentra con Cristo, o tiene una experiencia fuerte de Dios que ilumina su vida. Pero desde el punto de vista sociológico, factores externos o ambientales influyen en esa decisión. Por ejemplo, el cambio de residencia y el encuentro de un nuevo ambiente religioso. También puede haber otros factores, como los psicológicos o cognitivos; por ejemplo, cambios de personalidad, o inestabilidad en el ritmo de la vida. Concretar sólo algunos pocos me parece muy difícil.–¿ Cómo puede la Iglesia llegar a los indiferentes o alejados?– Mi impresión es que no hay futuro si no se renueva la oferta, el tipo de mensaje, el tipo de rito celebrativo, para atraer a las nuevas generaciones. Aún usamos modelos de los años 70 que no funcionan, parece. Sí están funcionando otros modelos de movimientos católicos, nuevas iglesias en Inglaterra, formas eclesiales en Francia, aunque son países muy secularizados. También hay otra etapa en la que se incrementa la presencia en las iglesias, que es cuando se forman nuevos matrimonios.–Hay estudios que demuestran que los inmigrantes pierden su fe a los dos años de haber llegado a España–En Francia, en el siglo XIX, les pasaba a los emigrantes que cambiaban de ciudad. Su fe estaba vinculada a su origen. Ahora es similar. Quizá necesitamos modelos menos vinculados a culturas locales.–¿Y el modelo de parroquias étnicas, común en Estados Unidos? – Ese modelo se está llevando a cabo en algunos sitios; misas para filipinos, misas para rumanos, o incluso misas de rito ortodoxo; es una vía que debería estar abierta. Con los sudamericanos, aunque compartan el idioma, también deberían buscarse soluciones específicas. Pero el problema no es tanto del país de origen como nuestro. Hay una deserción de la juventud, una perdida de fe de la población local. Aquí hay un campo muy difícil. La Iglesia está muy retrasada en el hecho de implicar, persuadir, animar. En otros países sí lo consiguen, pero aquí hay un retraso. –¿Influye el hecho de que muchos religiososos ya no lleven hábito? –Al perder las vestimentas clericales hemos perdido credibilidad. No nos identifican como religiosos. Esto ha influido negativamente en el impacto social de los consagrados. El intento era poder llegar más a los jóvenes sin los hábitos, pero no se ha logrado. Al contrario. Una noche de Navidad, después de celebrar la Misa del Gallo, al salir me vieron dos chavales de mi pueblo y me dijeron: «oye, tú eres un maestro kung fu, ¿no?». La vestimenta puede ser una diferencia cultural importante y trascendente. Tendríamos que intentar recuperarlo en la medida de lo posible.

PerfilLluís Oviedo es valenciano y profesor de Antropología Teológica en la Universidad Pontificia Antonianum y en la Gregoriana de Roma. Experto en Sociología de la Religión, es autor de varios estudios sobre el fenómeno de la conversión desde un enfoque antropológico. En este campo destaca su libro «La secularización como problema», publicado por la Facultad de Teología San Vicente, en Valencia. Oviedo piensa que, si bien el hábito no hace al monje, sí hay razones sociológicas por las que la Iglesia debería mantenerlo.