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Sólo el 5% de las películas son rentables tras pasar por las salas

La Razón
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La reorientación del sistema de financiación del cine español que pretende el nuevo equipo de Cultura no solo pretende que la mayor parte de los fondos provengan del sector privado a través de la desgravación y no del público, sino que se fortalezca industrialmente. El sistema de subvenciones no ha hecho más que atomizar el ya pobre tejido industrial español. Para empezar, se ha disparado el número de producciones anuales con el progresivo aumento del fondo de protección a la cinematografía: desde las 44 de 1999 a las más de 151 que se alcanzaron en 2010. Resulta habitual que más de un 75% de las numerosas empresas productoras en este país apenas participen en una película al año, y en bastantes concurren más de una de ellas.

Competitividad
«Igual que se les pide a las empresas españolas que sean más competitivas, debemos solicitar también que ocurra lo mismo en los productos culturales: han de tener más calidad con menor coste», es una postura conocida de Lassalle.

Este considerable incremento de la oferta nacional no se ha producido, sin embargo, por el repunte de la demanda. Si tenemos en cuenta los últimos cinco años con datos definitivos –excluyendo 2011 porque todavía no se han hecho públicos: sólo el 5% de los estrenos son rentables tras haber pasado por las salas, es decir, han alcanzado el presupuesto medio de una producción, que el año pasado se situaba en 3 millones de euros. Por ejemplo, del último balance definitivo, solo cinco largometrajes superaron la barrera de los tres millones de recaudación: «Celda 211» (4,065 millones en 2010), «Conocerás al hombre de tus sueños» (4,45 millones), «Que se mueran los feos» (6,7), «Los ojos de Julia» (6,86) y «Tres metros sobre el cielo» (8, 46). En años precedentes el número fue similar: 10 filmes sobrepasaron esa barrera en 2009, ocho en 2008, seis en 2007 y 10 en 2006.

Naufragio claro
Es cierto que una parte de ellas logran más espectadores en el extranjero que en casa, aunque no es una parte significativa. También hay que tener en cuenta los derechos de emisión que pagan las televisiones, compromiso sin el que resulta poco factible levantar un proyecto. Aun así, si tenemos en cuenta los datos de 2010, el panorama es desolador: el 75% de los estrenos españoles apenas alcanzó el medio millón de euros. El 47% ni siquiera logra los cien mil euros, es decir, casi la mitad de los largometrajes cosechan un fracaso considerable en su primera ventana.

En el ejercicio anterior, ya se repitió la circunstancia histórica que por segunda vez las subvenciones, 89,39 millones, superaron la recaudación en cines, 69, 7. Mucho tendrán que invertir los capitales privados para poder revertir esta tendencia que se sostiene a lo largo de los últimos años.