Conciertos
El gran karaoke de Jarvis
«Madre, hermano, amante»Jarvis CockerMondadori320 páginas. 15,90 euros, 10,99 e-book.
Lo pide en la contraportada del libro: «Por favor, no lean las letras mientras escuchan el álbum». «Es como las advertencias sanitarias del tabaco. Es malo para la salud hacerlo, porque la letra entra por los ojos y la música, por los oídos y, en medio, se produce lo más parecido a un accidente de coche. Provoca dolor de cabeza», dice Jarvis Cocker, líder de Pulp, una de las bandas más grandes del «brit pop» en las dos últimas décadas. Esa advertencia ya la imprimía el grupo en los libretos de sus discos, «pero nadie hace caso». «Todo el mundo sabe que quien toca en una banda tiene un grave problema de ego. Por eso imprimen las letras, para que les tomen en serio y digan de ellas que son poesía. Pues no lo son», afirmaba ayer en la presentación de «Madre, hermano, amante», un libro que recopila algunas de sus letras e incluye explicaciones tan humorísticas como el carácter que ayer desplegó en la distancia corta.
Algo de verdad
«En muy muy pocas ocasiones el resto de miembros de la banda me ha preguntado de qué van las letras», revelaba el de Sheffield con una modestia a prueba de bombas. «No les interesa, simplemente. Es que escribir las letras le corresponde al que las canta, hacer un tipo de ruido armonioso. Pero no es ni mucho menos lo más importante. Muchas de ellas las he escrito la noche antes de entrar en el estudio, sabiendo que, si no lo hacía y no podíamos grabar por mi culpa, mi vida corría peligro», contaba totalmente en serio. «Es imposible salir al escenario y no pasar vergüenza cantando. Al menos, hay que intentar cantar algo que sea... verdad», aseguraba el autor de letras como «Common People». «En la creación, cuando uno no expresa lo que piensa realmente y se decanta por una forma correcta de hacer las cosas, es cuando se cometen los peores crímenes», apunta Cocker, que con sus letras retrató la vida diaria de dos generaciones y los sentimientos que se ocultan a sí mismas. Con el libro se ha ahorrado escribir memorias: «Son instantáneas de mi vida real, pero más interesantes, porque partes de tu vida para crear otra cosa. Si escribiera mis memorias, tratarían de las veces que he cenado con Bono... y que me he acostado con...», dice entre risas. Tan cerca de su vida real están las canciones que en alguna de ellas retrataba sus relaciones sentimentales y le costaron... reprimendas. ¿Y el título? «Me encantan las rimas, y en castellano no funciona, pero en inglés sí. Estaba tan orgulloso de esa rima que decidí meterla en todas las canciones que pude... en unas cinco».
El detalle
PULP, LA BESTIA
Evita la cuestión con simpatía. «La reunión de Pulp fue como reanimar a Frankenstein. Había que enchufar electricidad y comprobar si era la peor decisión del mundo. O no. Y no estuvo mal. La bestia vive». No hay planes. Escribe, pero no sabe para qué. «Hoy he escrito un par de cosas... como de dos palabras cada una. Soy muy vago», asegura. Su reunión fue triunfal. Hay rumores, pero...
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