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Hay que mirar
Un compañero «coach» acaba de regresar de los EE.UU., donde ha recibido un «training» sobre comunicación y «feedback». Me comentó que había tenido cuatro sesiones de cinco horas cada una, donde lo único que había hecho era observar a las personas de alrededor, en un café, en la calle, en un parque y en un aeropuerto. Durante la observación tuvo que tomar notas e inventar pequeñas historias que le sugerían esas personas. De vuelta al trabajo no pudo evitar mirar a sus compañeros. Observó que uno del departamento comercial no cesaba de consultar el reloj mientras miraba con insistencia el teléfono. Le preguntó amablemente qué le sucedía y se sinceró: «es que estoy pendiente de cerrar una venta muy importante y mi esposa está en el hospital a punto de dar a luz». Mi amigo habló con el director de ventas, quien sonriendo, aseguró al futuro padre que él personalmente se haría cargo de cerrar la operación y le sugirió que «volase» hacia el hospital.Días mas tarde observó una mirada de angustia en una empleada de la sección de contabilidad. Le preguntó si se sentía bien y su respuesta fue dramática «¿Cómo voy a sentirme bien si he oído que me van a despedir?». De nuevo mi amigo actuó y, tras consultar con el jefe de contabilidad, tranquilizó a la empleada. Su jefe estaba muy contento con su trabajo y no sabía de dónde había surgido ese infundado rumor. Mi amigo se ha dado cuenta de la importancia de recoger el feedback de los compañeros.
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