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Abdelkader Merah «cómplice» de los siete asesinatos
La Fiscalía de París le acusa de asociación a banda armada. Sentía «un placer infinito» al matar
Todavía faltan las pruebas concluyentes, pero los indicios recabados por la Policía francesa son lo suficientemente «graves» y «concordantes» para que la Fiscalía de París haya decidido abrir una investigación contra el hermano del asesino de Toulouse por su presunta participación como cómplice en la muerte de siete personas.
Además de por «complicidad de asesinato», el ministerio público galo abrió ayer diligencias por «asociación de malhechores con fines terroristas» y «robo en reunión» de la moto que Mohamed Merah empleó para cometer sus crímenes entre el 11 y el 19 de marzo, acabando con la vida de tres militares, un profesor de religión y tres alumnos del colegio.
Contactos con Mohamed
Tras 96 horas de interrogatorio, Abdelkader Merah compareció ayer ante un magistrado antiterrorista de París, que decidió imputarle por los mismos cargos mientras otro juez decretó en su contra prisión provisional mientras se desarrolla la instrucción.
En su declaración ante los agentes de la SDAT (Subdirección Antiterrorista), el hermano mayor del asesino confeso ha asegurado en todo momento que desconocía los sangrientos planes de Mohamed, de quien ha dicho sentirse «muy orgulloso» y ha negado haberle aportado ayuda material alguna. Sin embargo, ambos hermanos mantuvieron numerosos contactos durante el fin de semana previo a la matanza en la escuela judía Ozar Hatorah. Lo que ha despertado sospechas en los investigadores.
Mohamed Merah tuvo la despiadada idea de grabar los asesinatos mientras los perpetraba. El análisis de las imágenes, extremadamente «explícitas», según ha trascendido, ha permitido descubrir que el autodenominado yihadista tenía la sórdida intención de difundirlas a través de internet acompañadas de una reivindicación religiosa.
El grado de ensañamiento mostrado por el terrorista islamista lo acerca a la categoría de psicópata, según los expertos. Durante las negociaciones con los agentes del Raid que le tenían sitiado en un apartamento de Toulouse, Mohamed Merah, adepto del salafismo, habría confesado sentir «un placer infinito» al cometer los asesinatos y lamentado «no llegar a tiempo a la hora de entrada del colegio» para así provocar más muertes, según revelaba ayer el semanario «Le Journal du Dimanche». El dominical relata también cómo Merah, que tenía previsto atentar en París, declaró que le gustaba «ver», «tocar» y «filmar» a sus víctimas. El islamista de Toulouse habría además asegurado a los agentes del cuerpo de élite que ya habría enviado las cintas a «sus hermanos» para que fueran difundidas por internet, aunque todavía nadie las ha encontrado.
Al parecer, Mohamed Merah no hizo ninguna mención a su hermano mayor, Abdelkader, durante las negociaciones con el Raid, según «Le Jorunal du Dimanche», pero tampoco a ninguno de los otros tres miembros de su familia. Eran cinco en total. En cambio, sí que se refirió a su madre sobre quien se mostró preocupado. La novia y la madre de Mohamed fueron puestas en libertad el sábado después de que la Fiscalía no pudiera acreditar ningún cargo contra ellas. La legislación francesa mantiene la limitación de las 96 horas de retención preventiva solamente en casos de terrorismo.
Respecto a su reclutamiento en las filas de la yihad o guerra santa, el conocido como «terrorista de la moto» aseguró que fue autodidacta después de leer el Corán durante los 21 meses que pasó en prisión en 2007. El periódico francés «Liberation» publicó estos días que durante su hospitalización en 2010, tras haber contraído hepatitis A en Pakistán, Merah recibió la visita de numerosos hombres con apariencia de fundamentalistas (barbudos) y mujeres tapadas con velo. Además, Mohamed declinó ser cuidado por ninguna enfermera.
Filmar una «road movie» de terror
- En los diálogos que mantuvo el terrorista de Toulouse con los Raid durante las 32 horas de cerco, Merah reveló que tenía la misión de multiplicar sus ataques por Francia.
- Confesó a los agentes, según «Le Journal du Dimanche», que sentía la necesidad de «ver, tocar y filmar a sus víctimas».
- Mohamed Merah no hizo ninguna mención a su hermano Abdelkader (en la imagen) durante las conversaciones con la policía.
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