Andalucía

Lanzas sobre Guerrero: «Dormir juntos no hemos dormido nunca»

El «conseguidor» de los ERE admite su amistad con el imputado y minimiza el papel de la Junta: «Cuando te ha tocado, te jodes»

El ex sindicalista de UGT Juan Lanzas, ayer, durante su comparecencia ante la comisión del Parlamento andaluz
El ex sindicalista de UGT Juan Lanzas, ayer, durante su comparecencia ante la comisión del Parlamento andaluzlarazon

Sevilla- Llegó con gafas negras de sol, que sólo se quitó cuando los periodistas gráficos salieron de la sala parlamentaria que acoge la comisión de investigación sobre los expedientes de regulación de empleo (ERE) de la Junta de Andalucía, y desplegó todo un repertorio de sonrisas, muecas, miradas hacia distintos puntos de la estancia y frases gruesas. Lejos de desvelar la trastienda del reparto de ayudas públicas, el ex sindicalista de UGT, Juan Lanzas, se acogió a su derecho a no responder a las preguntas de los grupos parlamentarios agarrado a que «existiendo una imputación penal –por parte del juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla–, la misma no deber ser politizada».

Dijo entender que «el marco parlamentario» no es «el más adecuado para aclarar ni contratar» muchos aspectos del caso en cuestión. Si bien matizó: «Entiendo, no obstante, la curiosidad que puedan sentir los miembros de la comisión y el público en general por mi actuación en todo este asunto, visto, sobre todo, el desmedido despliegue informativo que se ha hecho de mi persona». Crítica hacia los medios de comunicación que repetiría en varias ocasiones.

Tras escuchar los cuestionarios, el supuesto «conseguidor» de los ERE, leyó unos párrafos entre los que aseguró que nunca cobró por «ningún concepto» de empresa pública, funcionario o autoridad alguna y que tampoco recibió encargos por su parte. De hecho, mantuvo que siempre percibió sus ingresos con el firme convencimiento de que «procedían de la empresa privada que le contrataba». Negó, asimismo, su acceso a los expedientes y haber trabajado en cualquiera de sus fases, al ser un mundo «totalmente ajeno» a sus labores en el sindicato UGT, al que estuvo vinculado entre 1979 y 2002. «No sé –apuntó también– si en los procedimientos administrativos ha habido irregularidades». ¿La causa? «Carecía de formación».

Admitió tener «cierta amistad» con el ex director general de Trabajo, Francisco Javier Guerrero, imputado en la causa judicial y en prisión. Y añadió: «Dormir juntos, lo que se dice dormir juntos, no hemos dormido nunca», para sorpresa de la sala. Reconoció, además, contactos con el ex consejero de Presidencia, Gaspar Zarrías y con el ex consejero de Empleo, el imputado Antonio Fernández. «Y a Viera –antecesor de Fernández en la Consejería de Empleo– , a lo mejor lo he visto y lo he saludado», deslizó.

A su juicio, ha habido «buenos gestores» en la Junta. En ese sentido, criticó que se haya puesto «el ventilador» en esta trama. Es más, se refirió al hundimiento en 2002 del «Prestige», episodio controvertido para el entonces Gobierno del PP y comparó: «Cuando te ha tocado, te ha tocado y te jodes».

La sorpresa del día la dio el administrador de la empresa mediadora Uniter, José González Mata, al reconocer durante su comparececnia que fue él que, en 2008, le entregó personalmente a Antonio Fernández la póliza de la bodega González-Byass en la que el ex consejero aparecía como prejubilado.