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«Estás ahí»: mi novia es un fantasma
Gorka Otxoa ha dejado de ser un pagafantas. Encontró a una chica mona y simpática, Ana, la cosa cuajó y se van a vivir al centro, a un piso antiguo al que, a pesar de los añosos azulejos de la cocina y el baño, ella sabe darle un toque actual.
Pero justo al final de la mudanza, un accidente mortal impide que ella pueda estrenarlo. Así que «¿Estás ahí?», adaptación de la obra de Javier Daulte, empieza con el entierro de Ana, al que asiste el fantasma de la fallecida, con el vestido azul de Zara que se quedará para toda la eternidad. Porque en esta película los espectadores y el protagonista pueden ver al fantasma, pero el resto de los humanos no.
Semejante situación empieza por ser lucrativa para el protagonista, pues hasta entonces era un mago de tres al cuarto y ahora el espectro de su novia le facilita trucos tan complejos como para asombrar al más escéptico. A la larga, vivir con un fantasma, visible pero intangible, tiene sus dificultades. El director, Roberto Santiago, advierte de que no es sólo una comedia «sobre la muerte, sino sobre esas relaciones imposibles de las que quieres deshacerte y no hay manera».
«Que haya más encargos»
Piropea Santiago a Daulte, el autor argentino que escribió la pieza, y no le ruboriza admitir que fue un encargo que tuvo que aceptar en apenas 24 horas. Dijo que sí, a pesar de tener otro guión propio entre manos, y de lo pequeño de la producción, y más después de haber filmado «El penalty más largo del mundo», todo un taquillazo: «Sería bueno que en el cine español hubiera más encargos. Eso de que los directores nos creamos que somos grandes autores ha hecho mucho daño a nuestra industria», lanzó Santiago sin pestañear.
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