Santa Clara

Los disidentes denuncian la muerte de un opositor cubano por una paliza policial

Representantes de la disidencia interna cubana denunciaron hoy la muerte del opositor Juan Wilfredo Soto García en un hospital de Santa Clara, dos días después de haber recibido supuestamente una paliza por parte de agentes de la policía en un parque de esa ciudad central de la isla.

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Soto García, de 46 años, era un ex preso político que militaba en el Foro Antitotalitario Unido y era conocido en los ambientes disidentes con el apodo de «El Estudiante», por haber sido detenido por primera vez a la edad de 16 años, según referencias de opositores que le conocían. Fuentes del hospital provincial Arnaldo Milián Castro de Santa Clara confirmaron que el disidente falleció anoche en esa institución de salud, sin facilitar detalles sobre el caso. Al parecer, cuando Soto García estaba sentado en el céntrico parque Vidal, «fue abordado por dos policías uniformados que le solicitaron el carné de identidad y después de mostrarlo le dijeron que ‘‘tenía que circular''», según informaron fuentes cercanas al fallecido.

Varios disidentes aseguraron que el certificado médico que le mostraron a los familiares decía que Soto García murió de «una pancreatitis». De acuerdo con la versión del periodista disidente Guillermo Fariñas, Soto García respondió a los agentes que «él era un hombre libre y por eso podía permanecer allí, y entonces, los policías lo esposaron y lo golpearon y en ese momento él comenzó a gritar consignas antigubernamentales». Según Fariñas, tras la golpiza fue conducido a la «tercera unidad de la Policía y desde allí al hospital». Allí el disidente, que padecía varias patologías y que era diabético «tuvo una descompensación» y finalmente «sufrió un paro cardiaco», aseguró el periodista. En La Habana, el portavoz de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), Elizardo Sánchez, afirmó que su grupo espera que el Gobierno «realice una investigación transparente» sobre este caso «para descartar la posibilidad de un homicidio por brutalidad policial».