Sevilla
Una Ejecutiva con puesto destacado para Patxi López
La primera prueba de la invocada integración se verá esta misma mañana, cuando el plenario del Congreso Federal del PSOE vote la nueva Comisión Ejecutiva Federal. «No es lo mismo que la direccción que forme Rubalcaba obtenga un 60 que un 90 por ciento de respaldo», decía un secretario general en la madrugada de ayer tras su primera conversación con el nuevo secretario general. Pasaba la media noche y aún había piezas del puzzle por encajar. La primera y más difícil era la presidencia, hasta ahora ocupada por Manuel Chaves. Y, descartados Felipe González y Alfonso Guerra, Rubalcaba se la ofreció a José Antonio Griñán, en una jugada maestra con doble objetivo: desactivar toda crítica que pudiera orquestarse desde el bando perdedor a la nueva dirección y enviar el primer mensaje de integración a un PSOE que ha quedado partido por la mitad tras el congreso. Al cierre de esta edición, el andaluz, que había estado del lado de Chacón, aún no había aceptado.
Un segundo baron, el secretario general del PSE, Patxi López, tenía ya a esa hora puesto fijo en la nueva dirección. Rubalcaba le quería dentro y le buscaba un lugar destacado en una secretaría de área de peso -y quizá de nuevo cuño- pero que permita al lehendakari simultanear su presencia en Madrid con su papel institucional. Rodolfo Ares, el número dos del Gobierno vasco, hasta ahora vocal de la anterior dirección no repetiría, por tanto.
Elena Valenciano estará, sin duda, en la primera línea y aunque sonó como vicesecretaria general, nadie lo dió por cerrado, puesto que hubo quién veía en el mismo sitio a Trinidad Jiménez, que también entrará en la dirección. Óscar López, hombre de confianza de José Blanco, también tenía sitio reservado, aunque no estaba claro si finalmente estaría en la secretaría de organización, puesto que le obligaría a abandonar la Secretaría General de Castilla-La Mancha, lo que para él tampoco supondría demasiado esfuerzo.
La valenciana Inmaculada Rodríguez Piñeiro, la murciana María González Veracruz y el madrileño Antonio Hernando eran otros nombres fijos de las quinielas que aún de madrugada se hacía en el bar del hotel Renacimiento.
Por Castilla-La Mancha, Emiliano García Page sonaba en sustitución de José María Barreda para ocupar una vocalía.
Chacón rechazó la oferta
Todo esto ocurría después de que a primera hora de la noche, la ex ministra Carmen Chacón se reu-niera con el nuevo secretario general y rechazara entrar en la Ejecutiva y también en la di-rección del Grupo Parlamentario. Sí le pidió, sin embargo, al número uno una Ejecutiva de unidad e integración en la que esté representado todo el partido- «Negociación en bloque», fue su expresión. Algo que no gustó a los ganadores del 38 Congreso Federal, que le hicieron saber que la negociación con el PSC sería con su primer secretario, Pere Navarro. Chacón invocó su elevado apoyo para exigir una amplia representación de los suyos en la Ejecutiva Federal.
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