Cientos de personas saltaron los tornos cuando comenzó Dj Aoki

MADRID- No les hizo falta quebrarse mucho la cabeza para entrar al festival sin pagar. La gran afluencia de asistentes al macrobotellón previo a la Thriller Music Park –formado en el parking del Madrid Arena– y el hecho de que todos los asistentes quisieran entrar practicamente al mismo tiempo al recinto cerrado, puso las cosas muy fáciles a aquellos que ya tenían pensado colarse o que lo improvisarone en ese momento al comprobar lo fácil que le estaba resultando a muchos. Tras el visionado de gran parte de las cintas de esas cerca de 90 cámaras de seguridad que ha recogido la Policía Nacional, los agentes comprobaron que cientos de personas se saltaron los tornos de entrada al recinto. La gran afluencia de asistentes en masa se produjo poco después de las 3:30 horas de la madrugada. Aunque a las once ya se podía entrar al pabellón, la mayoría de los jóvenes primero practicaron botellón en las inmediaciones del Madrid Arena. Los primeros miles de jóvenes fueron entrando de forma gradual al recinto cerrado. A ellos, al parecer, sí les registraron a la entrada los bolsos y mochilas y posteriormente les solicitaron el tique de entrada y comprobaron su autenticidad. Sin embargo, el protocolo ya no pudo aplicarse con miles de personas tratando de entrar a la vez.

Ocurrió cuando finalizó la última actuación previa a Dj Steve Aoki, la gran estrella de la fiesta y a quien habían ido a ver la mayoría de los asistentes. Los decibelios, según los testigos, más de lo habitual en este tipo de fiestas, ya de por sí bastante atronadoras, dieron cuenta de que el artífice de la música electrónica más popular entre los jóvenes iba a hacer su entrada. Quienes llevaban horas de botellón al lado del coche o sentados en el suelo no quisieron perderse el momento y trataron de entrar por los filtros establecidos. Sin embargo, la seguridad se vio desbordada y, los cacheos y controles aleatorios pasaron a ser meramente testimoniales o inexistentes. Las cinco puertas de entrada se vieron en pocos minutos colapsadas y mucho optaron directamente por saltar los tornos, algo que no pudieron evitar los organizadores.
El segundo control, donde los jóvenes tenían que presentar su entrada, también fue caótico. Muchos testigos aseguran que no les pidieron la entrada, que la cogieron y no se la devolvieron o que ni siquiera comprobaron su autenticidad. Pero hubo muchos que, según recogieron las cámaras de seguridad, se colaron.

Los asistentes sólo podían entrar a través de un pasillo –el vomitorio que ya estaba taponado– y allí se creó la escena fatal. Muchos que estaban dentro, en la pista principal, quisieron salir al exterior al ver que entraba demasiada gente para ver al Dj de origen japonés. El pasillo ya estaba colapsado cuando explotaron varios artefactos que los asistentes confundieron con disparos y también quisieron salir por el único vomitorio disponible. Las dos riadas de gente, que querían, por un lado, salir, y, por el otro, entrar a ver la actuación de Aoki, se encontraron en el mismo pasillo, lo que incrementó el caos. Mientras ocurría la dramática escena, uno de los asistentes «avivó el fuego» tirando otra bengala, según el vídeo de un testigo. A pesar de las pruebas policiales, el portavoz y abogado de la empresa Diviertt –organizadora del evento– Jorge Morales, aseguró ayer a Telemadrid que no se coló nadie en el evento «porque había un triple control de acceso».

El Grupo V de Homicidios, que lleva la investigación, trata de identificar a los jóvenes que lanzaron estos artefactos. A lo largo de esta mañana proporcionará al juez que instruye el caso, el titular del Juzgado de Instrucción número 51, las diligencias junto a pruebas como los vídeos de las cámaras de seguridad.

La Policía Científica,q ue ayer aún continuaba con su trabajo en el Madrid Arena, encontró restos de una bengala.