Sevilla
Medina Cantalejo: «Tuve la suerte de poder verlo»
Luis Medina Cantalejo (Sevilla, 1964) evitó que la final del Mundial de Alemania fuese recordada por un error arbitral gravísimo. Él estaba como cuarto colegiado y avisó al argentino Elizondo de que Zidane había propinado un cabezazo a Materazzi. El francés se despidió del fútbol de élite expulsado por el buen ojo del auxiliar español, que nunca volvió a cruzarse con Zinedine.–¿Cómo fue la jugada?–Se produce en el lado contrario al que va al balón, por lo que únicamente Buffon pudo darse cuenta. Lo que vi fue que Zidane le da un cabezazo a Materazzi. En aquel Mundial teníamos por primera vez los intercomunicadores, y yo esperé, porque Elizondo le preguntó al asistente. Cuando le dijo que no había visto nada, le comenté lo que había pasado. «¿Cómo, cómo?», repetía Horacio, «¿y ha existido algo previo?». Le dije que debía haber mediado provocación para que reaccionase de esa forma, pero desde 80 metros es imposible escucharlo. Lo otro, el cabezazo, es una cuestión de vista, no de oído.–Fue protagonista de la final.–Protagonista, no, cumplí con mi obligación. Simplemente trasladé al colegiado lo que todo el mundo pudo ver por televisión.–Menos mal que no se le escapó la acción…–No quiero ni imaginar lo que hubiese sucedido si se nos pasa por alto, después se producen los lanzamientos de penalti y Zidane marca el decisivo. La que nos hubiera caído, porque ¿cómo explicas después que cinco árbitros no han sido capaces de ver algo tan claro?–Zidane no protestó.–Normal. Él sabía lo que pasaba. Le dijo a Elizondo «me marcho», y no puso ninguna pega. Fue un jugador correctísimo. No era de los del «Actors studio».–¿Elizondo le felicitó?–Éramos y somos amigos. Días antes, cuando se hablaba de que la final era para él o para mí, fuimos a un restaurante griego a cenar y me decía: «Si no es para mí, que sea para ti». Yo no lo hice por él, lo hice por el juego en sí. Nuestro camino quedó unido por esto, pero detrás de esta acción había muchos años de arbitraje para ambos. A Cardeñosa se le recordará por aquel fallo, siendo uno de los mejores jugadores que ha dado España, y a mí posiblemente se me recuerde por lo de Zidane.–Se dijo entonces que usted descubrió la agresión en un monitor de TV, algo que es ilegal…–Fue Raymond Doménech. Trató de echarme encima toda la porquería. En mi banquillo había tres personas más, que de haber sido así hubieran declarado en la Comisión de Disciplina que miré el monitor. Al final iba a parecer que el cabezazo lo había dado yo. Afortunadamente tuve la suerte de poder verlo.
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