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«Boom» de desahucios
Inmaculada y Gabriel son como una pareja de hecho. Llevan doce años trabajando juntos y enfrentándose a todo tipo de situaciones incómodas, complicadas y, muchas veces, surrealistas.
Forman una comisión judicial que ejecuta una media de cinco desahucios diarios y notifica otros tantos. En el último año, su trabajo se ha multiplicado por tres, debido, principalmente, a la crisis económica y a la nueva ley del «desahucio exprés», que ha reducido casi a la mitad el tiempo desde que un propietario inicia los trámites hasta que la persona recibe la notificación del juez.
Dicen que están acostumbrados a que los consideren los «malos de la película» a pesar de que han explicado hasta la saciedad que simplemente ejecutan la orden de un juez, que ellos «ni pinchan, ni cortan», aunque ambos reconocen que hay situaciones a las que es imposible acostumbrarse.
«Sobre todo cuando hay niños de por medio, personas en situación de desamparo o dramas familiares detrás de cada orden judicial». «Mucha gente te trata como si fueses el propietario: te ruegan que no la eches de su casa, que quiere pagar pero no puede... Es duro, al final acabas haciendo de psicólogo, mediador... ».
Los funcionarios advierten de que el perfil de la persona desahuciada ha cambiado en los últimos años. «Ya no es tan habitual encontrarse al que lleva toda su vida viviendo "por la cara"en casas de alquiler de las que se va sin pagar. Ahora, la mayoría de los lanzamientos que practicamos son gente que realmente no puede pagar», señala Inmaculada.
Ocho comisiones judiciales salen cada mañana de los juzgados de Plaza de Castilla con una carpeta llena de «malas noticias» para un buen número de inquilinos sólo en Madrid capital.
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