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Los británicos dejan en sus testamentos la «herencia digital»

Los británicos están incluyendo en sus testamentos contraseñas de Internet que les permitan asegurar su música, vídeos, fotografías y cualquier otra información que de otra forma podría perderse cuando mueran, según mostró un estudio.

Cerca del 11 por ciento de los 2.000 británicos encuestados por el Centro de Tecnología Social y Creativa (CAST por sus siglas en inglés) de la Universidad de Londres para un informe llamado 'Cloud Generation' reconoció haber incluido en su testamento contraseñas en Internet, o plantear hacerlo, en una tendencia denominada "herencia digital".


"Es un área que cada vez tendrá más importancia debido a, por ejemplo, el valor monetario de las bibliotecas de música o el valor sentimental de las colecciones de fotos, de las que ya se hacen pocas copias físicas", afirmó en el informe Steven Thorpe, socio de Gardner Thorpe Solicitors.


Los coautores del informe, Chris Bauer y Jennifer Barth, estudiaron en profundidad 15 casos de la encuesta para investigar las implicaciones de que los recuerdos personales y culturales de la gente estén cada vez más presentes únicamente en la denominada "nube", servicios de Internet administrados de forma externa al ordenador personal.


En el desarrollo de su estudio descubrieron que las personas habitualmente quieren conservar la música, fotos y vídeos que considera valiosos durante su vida, pero que cada vez más buscan preservarlos para sus herederos. "Es lo que representa tu identidad, quién eres", dijo el viernes Bauer a Reuters. Bauer afirmó que había descubierto que los "nativos digitales", como él los llama, confiaban instintivamente en la nube para interactuar, guardar, almacenar y compartir su información y gustos personales.


La idea de los legados digitales surgió cuando preguntaron a los usuarios de la nube qué rescatarían si hubiera un incendio en sus casas. "Dijeron: Iría al ordenador, me enviaría a mí mismo mis fotos (y otros tesoros digitales) por correo electrónico y entonces saldría de la casa", afirmó Bauer. Lo que sucede con la identidad online y las actividades de una persona cuando muere se ha convertido en un asunto creciente por la omnipresencia de la red, los recuerdos digitales, las redes sociales y una generación de usuarios de Internet de cada vez más edad.


Por ejemplo, la red social Facebook permite deshabilitar el perfil de un usuario fallecido, pero no proporciona contraseñas para que sus parientes sigan accediendo al perfil.
El uso de 'smartphones' y otros dispositivos también ha incrementado la cantidad de servicios online, incluyendo el almacenaje de películas, vídeos familiares, correos electrónicos e información de trabajo. Cerca del 25 por ciento de los encuestados creía que para el 2020 ya no habría fotografías impresas, y el 14,5 por ciento pensaba que ya no habría libros físicos.