Rajoy quiere activar de inmediato el traspaso de poderes si gana

SEVILLA- Entre esas respuestas excepcionales está acelerar al máximo el proceso de traspaso de poderes para que la inevitable interinidad que establecen los propios plazos constitucionales no sirva de excusa para alimentar aún más la presión de los mercados y de Bruselas sobre nuestra deuda y nuestra financiación.

Por ello, si las urnas le otorgan una mayoría holgada, en la línea de lo que apuntan las encuestas, Rajoy quiere poner en marcha el relevo la próxima semana, nombrando equipos de contacto entre su partido y los distintos ministerios, que sin prejuzgar a los que serán oficialmente los titulares de las carteras, sí darán pistas del perfil de su Gabinete. De hecho, fuentes solventes confirmaron ayer a LA RAZÓN que esta posibilidad ha estado incluso encima de la mesa en las conversaciones de Rajoy con Rodríguez Zapatero.

De acuerdo con los plazos constitucionales, el día 13 será la apertura de la nueva Legislatura y se nombrarán a los portavoces parlamentarios. En esa misma semana el Rey pondrá en marcha la ronda de consultas previa a la investidura del nuevo presidente del Gobierno, que debería celebrarse en sesión solemne los días 19 y 20 de diciembre. Unos días después ya debería estar constituido el nuevo Gobierno en pleno. Pero este calendario formal implica en la práctica un mes inhábil, algo que España no puede permitirse en un momento tan delicado como el actual. Ayer el Tesoro se vio obligado a pagar los mayores intereses desde el año 1997 y un nivel considerado insostenible a medio plazo. La prima de riesgo superó los 500 puntos por primera vez.

Serán en cualquier caso las urnas las que determinen si se puede avanzar o no por este camino, ya que el traspaso de poderes, por mucha que sea la urgencia nacional, sólo puede ponerse en marcha siempre y cuando esté claro quién va a gobernar. Si el resultado electoral obligara al nuevo Gobierno a buscar apoyos, como ocurrió en el 96 con el primer Ejecutivo de Aznar, entonces no sería posible nombrar esa especie de «pregobierno» en la sombra y habría que esperar hasta que se aclarasen las posibles alianzas postelectorales. En ese caso, que hoy no entra dentro de las previsiones de la dirección popular, Rajoy buscaría acuerdos estables y por escrito, siguiendo el mismo modelo del 96. El líder popular no cree en la «geometría variable» que ha practicado el actual presidente del Gobierno.

A tres días de las elecciones, en las filas del PP hay cierta preocupación por el exceso de optimismo que venden algunas encuestas. Una de las últimas, la del diario «The Times», aumentaba aún más las diferencias entre los dos principales partidos. El temor a la confianza de los propios ha obligado en esta recta final a la dirección del PP a incrementar las advertencias internas y los mensajes de movilización. Validan la tendencia y los porcentajes que marcan los sondeos, pero desconfían más del reparto de escaños, que en muchos casos depende de un puñado de votos, y más en comunidades en las que por medio entran en juego formaciones minoritarias. A estas alturas electorales, el PP da por hecho que ha conseguido hacer calar el discurso de que el centro-derecha gestiona mejor la economía y que su mayor complicidad con los sectores empresariales lo colocan en mejor posición para propiciar la creación de empleo. Los españoles necesitan creerlo, aun sin estar todos convencidos de ello, y eso juega a su favor, dicen en el equipo electoral de Génova. A su favor tienen la euforia de su electorado, mientras que sostienen que no hay motivos para pensar que la ligera recuperación de la lealtad de los votantes «pata negra» del PSOE sea suficiente como para arrebatarles la mayoría.

Calendario
13 diciembre
Apertura de la nueva Legislatura y nombramiento de portavoces parlamentarios.
14 diciembre
El Rey pondrá en marcha la ronda de consultas previa a la investidura del nuevo presidente del Gobierno.
19 y 20 diciembre
Debería de celebrarse la investidura del nuevo presidente. Días después deberá constituirse el Gobierno.