Agricultura

La Unió pide que el contrato en campo sea obligatorio ya que no funciona

Transcurridos unos meses desde el inicio de su aplicación, se ha comprobado que el tan promocionado contrato en campo para la venta de cítricos, no está funcionando. Así lo señaló el técnico encargado del área citrícola del sindicato agrario La Unió, Ferran Gregori, quien aseguró que desde su organización reivindican la obligatoriedad de este contrato, puesto que si es voluntario nunca funcionará.

La campaña citrícola empezó con precios altos pero posteriomente se desplomaron
La campaña citrícola empezó con precios altos pero posteriomente se desplomaronlarazon

Gregori destacó que buena prueba de que no se está usando este documento para llevar a cabo las compraventas de cítricos es que no existen datos oficiales sobre las empresas y agricultores que lo han firmado, aunque el técnico apuntó que la cifra de contratos establecidos que se baraja, ronda la docena.

Balance de la campaña

Con respecto a cómo se está desarrollando la actual campaña citrícola, Gregori explicó que, aunque empezó con unas perspectivas muy optimistas con respecto a los precios y al calibre de las naranjas y mandarinas, pronto se produjo una caída de los precios producida por el exceso de oferta.

«Los agricultores y todo el sector, tenemos que hacer algo para conseguir mantener los precios. Hay que salvar al sector».

Aunque la caída de precios se recuperó posteriormente a principios de diciembre, en estos momentos se han vuelto a desplomar, tal y como explica Gregori.

Además, tanto la recolección como la compraventa se ha paralizado por completo debido a que los almacenes tienen las cámaras completamente llenas. «Esperemos que después de Reyes se vuelva a recuperar la actividad».

Por lo que se refiere a la segunda parte de la campaña, que empieza precisamente por estas fechas, el técnico señaló que hay que exigir a los agricultores y al comercio que no se saquen a la venta las naranjas que se han visto afectadas por las últimas heladas.

«Tras las heladas de 2005 se pusieron a la venta estas naranjas y mandarinas y fue un varapalo muy fuerte para el sector, ya que por cuatro euros queda dañada toda la imagen de la naranja valenciana».

Gregori se mostró convencido de que en esta ocasión no se volverá a cometer el mismo error, ya que todos aprendieron la lección. De esta manera, se confía en que los precios serán un poco mejores que en estos momentos, y en que los agricultores cubran las pérdidas de las heladas con el seguro.