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La CIA trató de cazar a Ben Laden con una campaña de vacunación

El presidente Obama escogió, como siempre, la opción intermedia entre las que le ofreció su equipo de guerra cuando dio la orden a los comandos de élite SEAL de entrar en el complejo de lujo de Abbottabad (Pakistán) para cazar a Osama Ben Laden. Las otras dos consistían en un ataque aéreo o bien esperar y recabar más información.

La Razón
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Ni el entonces jefe de la CIA, Leon Panetta, actual secretario de Defensa, ni los altos mandos del Pentágono estuvieron seguros de que el jefe de Al Qaida estuviese en el complejo, a pesar de que habían intentado confirmarlo de todas las formas posibles durante meses.
Los agentes de la CIA y sus informadores lo habían probado casi todo. La agencia se las ingenió incluso para lanzar una campaña de vacunación contra la Hepatitis B, según publicó ayer el periódico «The New York Times». Con ella, pensaron que podían recoger muestras de ADN que confirmasen que Ben Laden y su familia vivían en la casa de Abbottabad. Pero también fallaron.
Con la ayuda de un médico de Pakistán, Shakil Afridi, que actualmente está bajo custodia en Pakistán, la CIA utilizó este programa de vacunas como excusa para poder tomar pruebas de ADN entre la población de Abbottabad, que se encuentra a una hora en coche de Islamabad. En realidad, sólo les interesaban las personas que vivían en el complejo de lujo, donde sospechaban que estaba el líder de Al Qaida. Sólo tenían que confirmar que la información genética de los residentes de dicha vivienda coincidía con la de los parientes de Ben Laden que tenían en sus archivos de la Central en Langley, Virginia.
Según fuentes consultadas por el diario neoyorquino, el doctor paquistaní se las ingenió para acceder al complejo de Ben Laden de forma temporal, aunque nunca pudo ver al saudí. Tampoco tuvo éxito en conseguir ninguna muestra de los familiares del terrorista.
Afridi fue detenido por el Gobierno paquistaní junto con otros colaboradores de la CIA después de la operación de los SEAL. Días después, todos los informadores fueron liberados excepto Afridi, del que se desconoce su paradero. Tampoco se sabe cómo la CIA reclutó a este médico o por qué el facultativo accedió a colaborar con Washington.

Amenaza con la retirada de tropas
El Gobierno paquistaní amenazó ayer con sacar a un número indeterminado de tropas de la frontera afgana en respuesta a la decisión estadounidense de suspender 800 millones de dólares de ayuda militar para Pakistán. El ministro paquistaní de Defensa, Ahmed Mukhtar, aseguró que retirará fuerzas de los casi 1.100 puestos que tiene a lo largo de la porosa frontera. Pakistán también informó de que al menos 36 personas murieron desde el lunes en varios ataques lanzados por aviones no tripulados de EE UU en los bastiones de Waziristán del Norte y del Sur.