Batasuna afirma que obligará a España y Francia a una nueva negociación

Obligar a España (y Francia, pero a con otro ritmo) a negociar a dos bandas, con ETA y con su brazo político. El «nuevo» documento, que la llamada «izquierda abertzale» (Batasuna) presentó ayer, aporta pocas novedades. Se remonta al «proceso» de conversaciones que se produjo entre 2006-2007 y que preveía la formación de dos «mesas», en las que se abordarían, por los representantes de los partidos, los asuntos políticos; y una técnica, entre el Ejecutivo y la banda, para tratar de los presos y la desmilitarización.

Aquello, como recuerdan expertos antiterroristas, no terminó por no gustarle a ETA que quería controlarlo todo. Está por ver que, en caso de que se abriera un nuevo «proceso» con este mismo esquema, no ocurra lo mismo.

En el documento, publicado ayer, en una auténtica contraprogramación a la rueda de prensa en la que Lokarri anunciaba que Tony Blair no se suma a la «Conferencia de Paz», se recuerda que el objetivo de la «izquierda abertzale», de la que forma parte la banda, es lograr que «Euskal Herria» se convierta en una nación, sea independiente.

«El camino escogido en nuestra estrategia para obligar a los Estados a participar en esas negociaciones y alcanzar acuerdos es muy claro a través de nuevas políticas de alianzas y sumando fuerzas como País ante los Estados, queremos obligarlos a negociar y pactar», subrayan. Los citados expertos advierten de la utilización repetida del verbo «obligar», con lo que ello conlleva, dado que ETA no ha desaparecido, ni parece que tenga intención de hacerlo. Batasuna hace una referencia a la necesidad de contar con lo que llama «actores» internacionales: «en esa estrategia, hemos mencionado muchas veces la necesaria complicidad de los actores internacionales. Algunos de ellos han realizado una impresionante labor desde la Declaración de Bruselas hasta la actualidad, con una gran voluntad para solucionar el conflicto político. El Grupo Internacional de Contacto, cuyo objetivo es promover el diálogo y la negociación entre los agentes políticos de Euskal Herria y el Grupo Internacional de Verificación, cuyo objetivo es verificar la tregua de ETA». Los proetarras no deben estar muy seguros de la tregua, ya que anuncian que tendrán que hacer frente a la «represión de los Estados».