Asturias

Llamazares protesta porque el objetivo era frenar al PP

El vuelco extremeño no ha dejado indiferente al ex líder de IU y actual portavoz de la coalición en el Congreso, Gaspar Llamazares, para quien la abstención de los tres diputados autonómicos que permitirá al PP gobernar por primera vez en Extremadura es un error «muy grave» y una decisión «nada acertada» que acata aunque no comparte.

Los diputados de IU en Extremadura Víctor Casco, Pedro Escobar y Alejandro Nogales (de izda. a dcha.), ayer, al hacer pública su decisión
Los diputados de IU en Extremadura Víctor Casco, Pedro Escobar y Alejandro Nogales (de izda. a dcha.), ayer, al hacer pública su decisiónlarazon

Llamazares aseguró que permitir que el PP ascienda al poder en esta comunidad autónoma supone ante todo una confusión «sociológica» porque los votantes de izquierdas no entienden, recalcó, el giro de IU a la derecha. Además, subrayó que IU debe ser fiel a lo que prometió en la campaña electoral evitando pasar a la derecha ya sea «por activa o por pasiva», y reconoció que esta actitud puede hacer mucho daño al partido. En su opinión, con una reflexión política la formación habría tomado una dirección muy diferente, y recordó el caso de Asturias, donde IU brindó su apoyo al PP originando un «descalabro» para la coalición y una crisis política.

En la red social Twitter fue más explícito al añadir que la decisión de IU en Extremadura «incumple la palabra porque no la entiende el votante y facilita la campaña pinza», informa Efe.
Por su parte, el PSOE extremeño garantizó su «respeto más absoluto» a la decisión de IU, aunque dejó claro que los socialistas «seguirán trabajando desde donde los extremeños han querido que lo hagamos, desde la oposición».

Mientras, el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, se curó en salud poco antes de conocer el giro político e hizo hincapié en que un Gobierno extremeño de derechas equivaldría a «pervertir el mandato representativo de las urnas». Para Griñán, «lo que ha manifestado claramente el pueblo es que quiere una mayoría de izquierdas». Por ello, concluyó, «un Gobierno de derechas será pervertir el mandato representativo de las urnas, que dice que la mayoría de los diputados están situados a la izquierda».