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Rajoy dice en Bruselas que «la reforma laboral me va a costar una huelga»

El presidente del Gobierno ha dicho este lunes a sus socios europeos que cree que la reforma laboral que aprobará a mediados de febrero le costará una huelga. Mariano Rajoy está en Bruselas participando en su primera cumbre europea.

Rajoy dice en Bruselas que «la reforma laboral me va a costar una huelga»
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"La reforma laboral me va a costar una huelga", le confiesa Rajoy al primer ministro finlandés, Jirky Katainen, antes del inicio del Consejo Europeo, según se puede escuchar en las imágenes recogidas por las televisiones.

"Ahora viene lo más duro", le dice en otro momento el presidente del Gobierno al primer ministro holandés, Mark Rutte. "Es que nos dejan una herencia muy mala", se justifica.

A este respecto, el vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, ha destacado hoy que la frase del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, sobre la reforma laboral es "una forma sencilla de explicar algo complicado"a alguien de fuera de España.

Ha subrayado también que dichas palabras, hechas en un contexto "coloquial", no deben entenderse "al pie de la letra".

Pons ha situado las que, a su juicio, han sido las circunstancias del diálogo: Rajoy "le estaba explicando a alguien de fuera y que es de lejos que el Gobierno hará lo que tenga que hacer para que España salga adelante, aunque algunos no lo entiendan".

A pesar de la alusión a la huelga general, lo que puede ilustrar la complejidad de la reforma, el dirigente del PP ha sentenciado que dichas palabras del presidente son "una forma sencilla de explicar algo complicado"a un gobernante de un país lejano.

Cumbre Europea
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha expuesto hoy en el Consejo Europeo las reformas adoptadas por el ejecutivo español en materia de consolidación fiscal y ha defendido la necesidad de que el BCE siga inyectando liquidez en el sistema para responder a los problemas de financiación de las pymes.

En su primera intervención ante sus colegas europeos como nuevo jefe del ejecutivo español Rajoy no ha hecho mención alguna a la posibilidad de que se eleve el porcentaje de déficit en el que podría incurrir España en 2012, a pesar del empeoramiento del escenario económico desde que se decidió que fuera del 4,4 % del PIB, según fuentes gubernamentales.

Como encargado de una comunicación sobre la situación de las pymes en Europa, efectuada junto a su colega irlandés, Enda Kenny, Rajoy ha destacado la influencia perniciosa de los problemas de deuda soberana sobre la financiación que pueden obtener las pymes en el sistema bancario.

Asimismo ha explicado las líneas maestras del anteproyecto de ley de Estabilidad Financiera aprobada el pasado viernes, y se ha referido a la reforma del sistema financiero -que verá el próximo Consejo de Ministros- y a la laboral, en la siguiente semana.

Pero no sólo ha expuesto lo que está haciendo el Gobierno español, ya que ha hecho propuestas a sus socios. En concreto, tres.

La primera es que los excedentes de los fondos estructurales y de cohesión se destinen a programas que sirvan para generar empleo, y la segunda, el inicio de una reflexión sobre el denominado "modelo austríaco"para que los trabajadores destinen una parte de su cotización al desempleo a una "mochila"que puedan trasladar cuando cambien de trabajo.

A ellas ha sumado la petición de que los directivos de las entidades financieras que hayan recibido ayudas públicas tengan una remuneración armonizada en todos los países.
Por otro lado, según las citadas fuentes Rajoy ha salido satisfecho de su reunión esta mañana con el presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, en la que ha ratificado el calendario previsto por su Gobierno para la presentación del proyecto de ley de presupuestos de 2012, calculada para antes del 31 de marzo.

El ejecutivo defiende que antes de fijar el techo de gasto con el que se elaboran los presupuestos debe esperar a que la CE presente el próximo 23 de febrero sus nuevas proyecciones de crecimiento para la eurozona, que previsiblemente serán peores que las anteriores.

El hecho de que Barroso se haya remitido hoy al Eurogrupo y el Ecofin como los foros en los que deben decidirse eventualmente nuevos objetivos de déficit no es interpretado por el Gobierno necesariamente como una puerta abierta a la revisión de este indicador.

Para el Ejecutivo se trata simplemente de que es una cuestión que compete a estos consejos económicos.