Italia

Italia se encamina hacia la España de las autonomías

La Liga Norte impulsa un modelo federal, en el que las regiones ricas gestionen sus propios recursos fiscales.

PULSE EN «DOCUMENTO» PARA DESPLEGAR EL GRÁFICO
PULSE EN «DOCUMENTO» PARA DESPLEGAR EL GRÁFICOlarazon

ROMA- Italia es probablemente el mejor microcosmos de la actual realidad europea: cuenta con un norte rico e industrioso y un sur atrasado y dependiente. Este de-sequilibrio, creado con el propio nacimiento del país hace 149 años, ha propiciado un sentimiento de superioridad muy extendido entre los habitantes de la parte septentrional, trufado además de tópicos y medias verdades. «¿Por qué debemos sufragar con nuestros impuestos la inoperancia y corrupción de las regiones meridionales, donde casi nadie trabaja?», se preguntan muchos de los italianos que viven al norte del río Po. La Liga Norte, el partido que mejor ha sabido captar los sentimientos primarios de los electores, ha hecho de esta reclamación su principal objetivo político. Es por ello que Umberto Bossi y los suyos han pasado de gritar «¡Roma ladrona!», a formar parte del Gobierno de coalición liderado por Silvio Berlusconi. Conseguir que las regiones gestionen el mayor porcentaje posible de los impuestos que se recaudan en sus territorios sólo se puede lograr desde Roma, como bien ha aprendido Bossi. Este objetivo, además de mano dura frente a la inmigración, es el precio que Berlusconi debe pagar a la Liga para seguir siendo primer ministro.

Principio de subsidiariedadEl largo camino para cambiar el centralismo italiano por el federalismo logró ayer su primer resultado tangible. Después de más de un año y medio de trabajo, el Consejo de Ministros aprobó el primero de los decretos que introducen el principio de subsidiariedad como línea guía en el funcionamiento del Estado. Antes de abrir el peligroso melón de los impuestos, el Ejecutivo de «Il Cavaliere» ha preferido que la primera normativa del federalismo se ocupe de la administración de los bienes públicos. A partir de hoy, cuando será publicado el decreto en la Gaceta Oficial (el BOE italiano), la mayor parte de las propiedades estatales pasará a ser gestionada por los municipios. La aplicación práctica de la ley supone que buena parte de las playas, ríos, lagos y edificios estatales estarán a partir de ahora en manos de los ayuntamientos o de las regiones, que también gestionarán el espacio marítimo. El primero en pedir que se haga realidad el nuevo decreto ha sido el gobernador regional del Véneto, Luca Zaia, de la Liga Norte, quien ha exigido el control inmediato del lago de Garda, uno de los espacios naturales más hermosos de Italia. Tras la cesión de la gestión de buena parte de los bienes estatales, el Gobierno tiene previsto seguir aprobando en los próximos meses sucesivas leyes que ahonden en el federalismo. El modelo a seguir es en cierta parte el español, que garantiza una mayor autonomía de las regiones, pero también un aumento del gasto público. Berlusconi insiste en que el espíritu del proyecto consiste en reducir la burocracia para bajar los impuestos, aunque tal vez se equivoque, como recordaba recientemente el semanario británico «The Economist»: «Países como España muestran que el efecto inmediato de la descentralización no es una reducción del gasto público, sino un aumento del mismo». El siguiente paso que el Ejecutivo deberá dar para continuar con la senda del federalismo será la presentación en el Parlamento de un presupuesto detallado con los costes que supondrá la reforma para las arcas públicas. El debate se antoja complejo, en parte por el ahorro que dicta la actual coyuntura económica europea. Aunque en el largo camino, Berlusconi ha encontrado un aliado inesperado en Antonio Di Pietro, el líder del partido Italia de los Valores. El más «antiberlusconiano» de la oposición y antiguo magistrado está a favor de la descentralización del Estado.

150º aniversario de la unificaciónLa puesta en marcha del federalismo fiscal va a coincidir en el tiempo con las celebraciones del 150º aniversario de la Unificación de Italia, que se conmemora el año próximo. Este hecho muestra el profundo cambio que ha sufrido durante las últimas décadas un país en el que un número importante de ciudadanos no se considera italiano. Según varias encuestas publicadas por la Prensa local, un 10% de la población piensa que la Unificación fue un error y un 15% aceptaría la segregación de las ricas regiones del norte. Detrás de este sentimiento están los votantes de la Liga Norte, cuyos líderes, pese a formar parte del Gobierno, no tienen intención de participar en la conmemoración de la Italia moderna. El hijo de Bossi ha dicho incluso que ni siquiera animará a Italia en el Mundial de Fútbol de Suráfrica.