España

Suspenso en Salud Pública por Sergio ALONSO

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Aunque a primera vista podría parecer que la inactividad frente a la bancarrota y la falta de liderazgo ante las autonomías son los principales puntos débiles del Ministerio de Sanidad, hay otras áreas en las que el departamento que comanda Leire Pajín cosecha suspensos rotundos. Una de ellas es la de recursos humanos. Su gestión ha sido catastrófica durante toda la etapa socialista y apenas ha habido mejoras perceptibles con la actual ministra. La otra parcela en la que el Ministerio no se ha caracterizado precisamente por sus grandes gestas es la Salud Pública. El ansia de ideologizar dicha área ha llevado a adoptar decisiones absurdas con efectos muy distintos de los que se pretendían perseguir. La Ley de Salud Pública, un texto farragoso que dispara la burocracia y que fue aprobada una vez destituido el director general Ildefonso Hernández es un buen ejemplo de ello. Otros casos llamativos son el de la Ley antitabaco, la Ley de Seguridad Alimentaria y la píldora del día después. La primera ha logrado disparar la compra de tabaco de contrabando, exento del pertinente control sanitario, así como del de liar, lo que equivale a decir que el consumo futuro puede ser el mismo pero de mucha peor calidad. Mal asunto para la salud de unos fumadores que siguen sin recibir ayudas para abandonar su pernicioso hábito. De la Ley de Seguridad Alimentaria, baste decir que el «happy meal» y las promociones de hamburguesas a niños han sido indultadas por el Ministerio. El mismo que planeó eliminar los productos gigantes que las cadenas continúan hoy vendiendo. Y de la píldora, reseñar que su entrada en España y su posterior liberalización coincide con un incremento disparado de las enfermedades venéreas. ¿Qué incidencia tendrá el cáncer de mama a la vuelta de unos años?