Londres
Nadal manda un mensaje
El número uno del mundo, Rafael Nadal, firmó hoy su primera victoria en la nueva edición de las Finales de la ATP (Copa Masters), en Londres, tras una costosa remontada al estadounidense Andy Roddick, por 3-6, 7-6(5) y 6-4.
Durante una hora, Rafa Nadal no fue Rafa Nadal. El manacorí no encontraba la forma de frenar a un Roddick muy superior, que estaba pasando por encima de su rival como una apisonadora, y su tenis no era suficiente. Pero a los 66 minutos de juego, todo el O2 Arena de Londres, incluido «A-Rod», escuchó un «¡Vamos!». Nadal acababa de romper por primera vez el saque del americano. Nadal había regresado.
El manacorí ya ocupa un lugar en el Olimpo del tenis. Se lo ha ganado a pulso. Pero su hambre sigue intacta y el Masters es el único gran título que falta en su palmarés. Nadal había llegado a Londres con ganas de olvidar su última aparición en el torneo de maestros, el año pasado, que cerró con un contundente saldo de 6 sets en contra y ninguno a favor. Roddick se cruzó en su debut en la edición de este año y, tras la primera manga (3-6), el panorama era desolador. El español no encontraba la forma de contrarrestar el juego de saque y volea de su rival, que incluso ganaba algún intercambio desde el fondo.
El comienzo del segundo set hubiera supuesto un golpe mortal para cualquier otro jugador que no fuera Nadal. Romper un servicio de Roddick es tarea casi imposible y, con una manga en contra, el mallorquín vio cómo el americano le volvía a romper el servicio y se ponía 1-2 a favor. La respuesta del número uno fue fulminante y un error no forzado de Roddick propiciaba el empate a dos y el primer grito de «¡Vamos!» de Nadal, que se acabó adjudicando el set en el desempate.
La dinámica se volvió entonces favorable al español, aunque le costaba mucho hacer daño con el resto y estaba demasiado a merced de los errores de Roddick en sus servicios. La igualdad de la tercera y definitiva manga se rompió en el quinto juego, cuando Rafa conectó dos restos seguidos extraordinarios que no obtuvieron respuesta de su rival. Con 15-40 a su favor, no desperdició la ocasión y selló el segundo «break» de la noche. No hizo falta más. Mantuvo su servicio hasta el final, a pesar de la presión de Roddick, que llegó a colocarse con 15-30 en el último juego del partido, y selló su primera victoria en el torneo de maestros.
Fue un triunfo con mensaje. No jugó en París para tener más opciones en Londres y, una vez más, ha acertado en su análisis. Djokovic será la siguiente piedra en su camino, con las semifinales esperando. El O2 ya conoce a Nadal.
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