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Más con menos por César Alcalá

La Razón
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Ahondando en las medidas económicas propuestas por el nuevo Gobierno, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha ofrecido la infraestructura de las embajadas españolas a las Comunidades Autónomas para poder trabajar. Sobre este tema insistí reiteradamente durante el año pasado. Su mantenimiento es una lacra económica no sólo para los catalanes, sino para aquellos ciudadanos de otras Comunidades con «embajadas».
En Cataluña, se ha recortado en Sanidad, los presupuestos se redujeron en 2011 y este año volverán a ser restrictivos, se ha tenido que pedir un crédito para pagar a los funcionarios, la Generalitat está casi en la banca rota y, sin embargo, las «embajadas» catalanas de Nueva York, París o Berlín continuarán abiertas.

Nadie dice que no tengan algún sentido. Ahora bien, ¿por qué duplicar las infraestructuras si con una se podría trabajar con las mismas condiciones?

El president Mas ya ha descartado el ofrecimiento del ministro de Asuntos Exteriores. Su hoja de ruta es no subsumirse al Estado. Si bien es cierto que antes de finalizar el año se inició una reestructuración de las «embajadas» al finiquitar la de Buenos Aires, en la que la infraestructura era mínima, no es suficiente con este gesto.

Como dijo García-Margallo: «Es darle la vuelta al concepto de la diplomacia y ponerla al servicio de todos los ciudadanos». En momentos de crisis como el actual, debemos optimizar los recursos y hacer más con menos. Parece que la Generalitat no está por la labor.