El Down no cierra las puertas de la Universidad

Hace 13 meses que María comenzó a trabajar como auxiliar administrativa. A sus 23 años cuenta cómo le «apasiona el trabajo, me ha cambiado por completo». Y lo ha conseguido gracias a la Fundación Prodis.

Porque allí, María, que tiene Síndrome de Down, ha alcanzado su gran meta: una vida autónoma. Comenzó en septiembre de 2011 tras pasar por la Universidad. Concretamente por un programa pionero en España llamado «Promentor», el primer proyecto de formación para la inclusión laboral de personas con discapacidad intelectual, creado por la fundación.

«Actualmente, es un título propio de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y forma parte de la Cátedra de Patrocinio UAM-Prodis para discapacidad intelectual. Consta de dos años de formación, habiéndose graduado este año la sexta promoción», comenta Isabela Morenés, directora del Centro Especial de Empleo de la fundación. Los alumnos reciben una formación académica y hacen prácticas en empresas y en las facultades de la UAM.

Gracias a esta iniciativa se cumple un doble objetivo, ya que por un lado se investiga sobre la discapacidad intelectual y, por otro, se forma a los jóvenes para que se integren en el mundo laboral y desarrollen al máximo sus capacidades.

Desde este curso, María pudo acceder al Centro Especial de Empleo en el que hoy desempeña su trabajo en una empresa madrileña. «Me he vuelto más responsable, se te exige puntualidad, además tengo que elegir bien el vestuario...

Y recibo un sueldo todos los meses, así que mis hermanos ahora tienen envidia porque trabajo».

Igual le ocurre a Ángel, que desde que pasó su correspondiente entrevista laboral, hace un año, es compañero de María. «Tengo un contrato indefinido a media jornada y me gusta mucho lo que hago. Ahora, gracias al sueldo que gano soy yo el que invita a mi hermano cuando salimos. Me gustaría poder llegar a ser jefe algún día».

Entre los servicios que ofrece esta empresa, destaca la gestión documental, la digitalización, el marketing directo y corporativo, bases de datos y central de compras. Caser Seguros y Acciona, son algunas de las empresas que cuentan entre sus proveedores con el centro especial de empleo Prodis.

El programa Promentor es la entrada a la empresa ordinaria. «Buscamos contactos y contratos con empresas», comenta Isabela. De hecho, entre las contratantes están grandes compañías como Prosegur y Metrovacesa, entre otras. Porque las entidades que cuentan con más de 50 empleados deben contratar por ley (LISMI) a personas con discapacidad, lo que les supondrá un ahorro fiscal en torno al 35 por ciento. Un ahorro que también obtendrán compañías más pequeñas o bien particulares que hagan donaciones anuales.

Uno de los elementos clave a la hora de facilitar la inclusión laboral de estos jóvenes se encuentra en la figura del mediador laboral. Éste acude a la empresa contratante, la conoce en profundidad y adapta el puesto de trabajo a las necesidades del trabajador. Isabela señala que «esta figura permanece con el empleado hasta que está plenamente integrado y después se realiza un acompañamiento continuado durante toda su vida laboral».

Más proyectos
Otra de las opciones para los jóvenes es el centro ocupacional, centrado en una formación integral para personas que necesitan más apoyo.

La fundación Prodis tiene programas que cubren todas las etapas de la vida de una persona: ocio, deporte y apoyo educativo, y lleva más de doce años trabajando por cumplir con su misión de mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual, a través de su integración escolar, social y laboral. «Creemos en ellos, por eso les exigimos que den lo mejor. No nos centramos en lo que son, sino en lo que pueden llegar a ser» añade Isabela.

De interés para los afectados:

Fundación PRODIS
Bulevar Indalecio Prieto, 2 28032 Madrid
Tlf. 91 371 53 51
Fax: 91 751 32 02
www.fundacionprodis.org
info@fundacionprodis.org