Balón de Oro
El Madrid del futuro
MADRID- Cuando el «Kun» Agüero forzó su salida del Atlético, su única intención era borrar las rayas rojas a la camiseta y seguir viviendo en Madrid. Después, el Real no quiso más guerras, no quiso arriesgarse a tener que pagar por el yerno de Maradona casi lo mismo que costó Cristiano y lo dejó escapar. Agüero tuvo que buscar asilo político en Manchester porque al Atlético ya no podía permitirse volver. Miguel Ángel Gil quiso obligar al jeque que financia al City con los euros sueltos que le deja el petróleo a comprometerse a no traspasarlo al Madrid, pero no pudo. Y este verano, el «Kun» estará otra vez disponible para formar delantera con Cristiano Ronaldo. Agüero es el jugador que más falta hace al Madrid de los que no necesita, aunque ahora parece que le ha salido competencia con Ibrahimovic. Porque es muy difícil mejorar una delantera como la que forman Cristiano, Benzema e Higuaín. Han marcado más de cien goles entre los tres. Pero Agüero tiene algo más, el carácter de estrella que le falta al «Pipa». Y éste puede ser el año de su regreso a Madrid.
Agüero es el futbolista al que el Madrid mira con más deseo, pero Mourinho también tiene necesidades. Especialmente, un lateral derecho. Tenía al mejor para él, Sergio Ramos, pero avanzada la temporada descubrió que también era el mejor defensa central. Y ahora necesita a alguien que cubra las ausencias de Arbeloa en el costado derecho. En invierno era el brasileño Mario Fernandes el que se suponía en camino del Bernabéu. Ahora parece que es el inglés Kyle Walker, del Tottenham. Pero puede ser cualquier otro. También hará falta un central si se marcha Carvalho y dependiendo del futuro de Raúl Albiol, que apenas ha tenido oportunidades esta temporada. Para el que el Madrid tiene la puerta abierta es Kaká. El brasileño no ha rentabilizado los más de sesenta millones que pagó el Madrid por él al Milan. En su primer año nunca fue el mismo Kaká que hizo campeón de Europa al equipo «rossonero». En el segundo, el primero de José Mourinho, tuvo la excusa de la lesión que le impidió comenzar la temporada. Aquello fue casi un alivio para el técnico portugués, que nunca ha demostrado tener demasiada confianza en el brasileño. Llegó Özil y Kaká se convirtió en un jugador de acompañamiento. Y en ese lugar ha continuado. Su última muestra de que ya no es el que fue la dio en el encuentro de vuelta contra el Bayern. Salió fresco en la segunda mitad y pareció más cansado que los jugadores alemanes que ya llevaban más de una hora en el campo. Su sitio está en el PSG de Ancelotti. ¿Y el de Agüero?
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