Un empresario admite que logró una licencia tras hablar con Blanco

MADRID- El empresario José Antonio Orozco, quien cruzó 30 llamadas y sms con José Blanco, reconoció ayer ante el instructor del Tribunal Supremo del «caso Campeón», que conoce al ex ministro desde la niñez y que son «amigos». Por ello, sus relaciones continuaron una vez que Blanco fue nombrado ministro por Zapatero, contactos que consistieron fundamentalmente en «informarle de proyectos empresariales, para que los conociese y pudiese opinar sobre ellos». Pero, eso sí, aseguró que es «absolutamente falso» que sirviese de «testaferro» del ex titular de Fomento. Orozco, vicepresidente de Transportes Azka, sí admitió ante el juez que le informó de dos proyectos empresariales «en los que tenía interés», uno relacionado con una nave industrial en Sant Boi, cerca del aeropuerto de El Prat, y otro relacionado con una entrevista en Fomento para prsentarle un poproeycto sobre medicamentos. Pero en ninguno de ellos «le pidió gestió alguna».

En relación con el primero de ellos, según consta en su declaración, a cuyo contenido íntegro ha tenido acceso LA RAZÓN, habló con Blanco «a finales de diciembre de 2010 o enero de 2011» y que desde 2010 estaban ya pagando un alquiler por la parcela destinada a construir la nave, pero que, a pesar de ello, a principios de 2011 «no habían conseguido completar los trámites» para conseguir la licencia de obras». Esta circunstancia fue la que le expuso, pero sólo a título informativo y y sin pedirle «nada más» que conociese esos hechos.

Los técnicos del Ayuntamiento de San Boi, del que dependía la licencia, decían que el proyecto «era falso» y que «no había ningún otro problema con los técnicos».
Al respecto, Orozco declaró que lo anterior «no lo comentó» en detalle con Blanco, pero sí le informó porque «es el ministro y entiende que es su obligación como obligación como empresario explicarle que tienen un problema». Además, aseguró igualmente que informó al ministro de que esa nave era «para crear 400 puestos de trabajo», pero no le pidió que hablase con el alcalde de San Boi.

Lo cierto es que después de esa conversación, recibió una llamada del Secretario de Estado de Transportes, a quien le comentó «lo mismo que al ministro», aunque en esta ocasión no recordaba si el subordinado de Blanco le dijo que tenían que hablar con el regidor de San Boi. Esa reunión se llevó a cabo y en el transcurso de la misma los representantes de la empresa le explicaron el proyecto, sus intenciones» y la posibilidad de visitar las instalaciones.

«Está solucionado»
El resultado de esa visita, aseguró Orozco al juez José Ramón Soriano, fue una visita «sorpresa» de técnicos de San Boi a una nave suya en El Prat. Con posterioridad a esa visita, recibieron un requerimiento para realizar «cambios a su proyecto». Cumplieron con esos requisitos y, finalmente, terminaron «dándole la licencia». Una vez logrado el objetivo, «es probable que le comentara» a José Blanco que «el asunto estaba solucionado».

Respecto al aeropuerto de La Coruña, también informó a Blanco de que la ampliación del mismo «afectaba a una empresa de unos 250 trabajadores, para que tuviese constancia de esa situación» y que se trataba de una empresa que era «cliente de la suya». Le parecía correcto» informarle de «esta particularidad». Al final, «cree» que Blanco le llamó o le mandó un mensaje, «señalando que este asunto se resolverá en un tiempo».

Algunas perlas del «amigo» del ex ministro
Las «lagunas» de Orozco
«No recuerda si se puso en contacto con Dorribo, puede ser que le dejara algún mensaje. No recuerda si en ese mensaje le dijo que lo del BEI –subvención de tres millones– se pasaba a Economía».

«No recuerda si el 4 de diciembre habló con él el Sr. Rodríguez –otro de los imputados–, pero es posible. Es posible que le dijera a Javier –Rodríguez– en esa conversación que ya le dejó al ministro lo del BEI».

«No recuerda si el 17/2/2011 habló con Blanco, pero es posible. No recuerda si Blanco le dijo que en 15 días lo de Cataluña estaba resuelto y el de La Coruña también. Es posible que le dijera eso».