Valencia

El virus matará a más delfines jóvenes antes de perder fuerza

La muerte de una veintena de delfines en aguas valencianas en apenas tres semanas ha puesto en alerta a servicios sanitarios, medioambientales y biólogos marinos, que prevén que el brote actual adquiera dimensiones similares al que se vivió en 2007, año en el que en tan solo unas semanas se contabilizaron ochenta muertes.

Imagen de uno de los ejemplares aparecidos muertos en las costas valencianas en los últimos días
Imagen de uno de los ejemplares aparecidos muertos en las costas valencianas en los últimos díaslarazon

Según explicó el veterinario de L'Oceanogràfic, Daniel García, en las necropsias efectuadas a algunos de los ejemplares varados se ha detectado un virus mortal específico de los delfines más comunes en aguas de esta parte del Mediterráneo. Sin embargo, aún se estudia si se trata de una cepa endémica que se reactiva cada cierto tiempo -similar a la de hace cuatro años o al brote de principios de los noventa- o procede de otro animal que contagia a los cetáceos autóctonos. Además, otro de los misterios que tratan de desvelar es por qué solo se registra mortandad de esta especie en las costas de la Comunitat Valenciana -no se ha recogido ningún cadáver en Baleares o Cataluña-, aunque García apunta una mayor densidad de población cetácea como principal causa.

Lo que sí parece más que probable, a tenor de los datos que manejan, es que, a medida que vayan produciéndose muertes, el brote irá perdiendo virulencia. «Seguro que en los próximos días nos encontramos más ejemplares muertos, pero poco a poco irá disminuyendo el número, aunque es difícil de prever». En este punto, el veterinario explicó que los animales hallados sin vida son ejemplares jóvenes -de metro y medio de longitud y unos cincuenta kilos de peso- , pues los que sobrevivieron a los brotes anteriores están inmunizados.

En concreto, las playas de Valencia registraron la muerte de cinco delfines en apenas ocho días. El primero de ellos apareció el pasado día 21 en el Perellonet-Recatí, zona que finalmente sumó tres ejemplares varados. Por su parte, el Saler contabilizó uno y Garrofera otro más.

En todos los casos, se siguió el protocolo establecido y fueron los servicios de inspección de la Concejalía de Playas y Sanidad que dirige Lourdes Bernal los primeros en tomar cartas en el asunto.


Una especie sensible
Los delfines son una especie «tremendamente susceptible» al ruido. Según el veterinario de L'Oceanogràfic, el sónar que se emplea en las prospecciones petrolíferas les provoca estrés, y la presencia de petroleros en la zona acabaría por mermar las colonias que habitan en la costa valenciana. «No se sabe si será poco o mucho, pero el impacto sobre estos animales es seguro». Y es que, aunque las principales causas de mortantad en los delfines tengan orígenes bacterianos, no se excluye el factor humano que va más allá de la contaminación y la disminución de la pesca.