Raciones y vinos «Cool»

«Un local desenfadado al que acudiría los fines de semana con mi mujer y mis hijos». Con estas palabras le gusta definir a Sergi Arola Vi Cool, su reciente aventura culinaria inaugurada junto a su esposa, Sara Fort, alma imprescindible de esta réplica del espacio que el chef abrió hace ya unos años en Gerona (Rosas). Situado en el tan de moda barrio de las Letras, el concepto es el mismo: un establecimiento informal y moderno en el que disfrutar de pequeños bocados y raciones mediterráneas para compartir a un precio medio de 20 euros. En los fogones, Verónica Garrido, chef formada en la Escuela de Hostelería de Cartagena, así como en Lyon y Lorraine, y curtida en los restaurantes Lágrimas Negras, El Chaflán y, por supuesto, Arola Gastro. De que en la sala no falte detalle y el servicio sea rápido y atento se encarga la directora Francine Nusbaum, que controla cada una de las mesas. Fíjese, están hechas de madera prensada, igual que las paredes, una idea de la decoradora Eva Palao. En la entrada, varias dan la bienvenida al comensal; en frente, una barra donde hacerse hueco para degustar tanto algún vino por copas como los cócteles, que anuncia la pizarra (caipiriña, cosmopolitan, bloody mary...), siempre acompañados de un «small plates», fórmula gastronómica que arrasa en la Gran Manzana.

Carta a la española
Como aperitivo, llega un pan crujiente de aceitunas para mojar en salsa barbacoa con un toque de aceite de oliva. Seguimos con la ensalada de tomate «de colgar» (por fin un tomate que sabe a tomate), mojama y aceitunas de Aragón; las archifamosas bravas de Arola, que nunca defraudan, y los langostinos fritos al ajillo con tartar de aguacate. El steak tartar con sopa de soja y huevo de corral resulta una de las recetas más logradas de la carta, que simula una postal de toda la vida con sello de Sergi hecha en papel reciclado, el mismo que han empleado para la de vinos y las tarjetas. Las sardinas marinadas con aceite de tomate seco y orégano fresco; las berenjenas ahumadas a la llama con piñones tostados y balsámico; la hamburguesa, servida en pan brioche casero, cheddar curado, gajos de patatas fritas al pimentón de la Vera y tres salsas; los canelones y las grill cocas, elaboradas al horno de carbón y harina ecológica... –probamos la de patatas fritas, huevos de codorniz y aceite de trufa. Imposible sacarle un pero– son algunas de las creativas propuestas, responsables de que el local esté abarrotado desde la hora del «after work», ya que los cócteles empiezan a circular desde las seis de la tarde. En cuanto al toque dulce, nos quedamos con la copa catalana con galletas María y sorbete de mandarina. Para volver.

Dirección: C/ Huertas, 12. Madrid.
tel.: 91 429 49 13.
precio medio: 20 euros.
plato estrella: sardinas marinadas.
Tarjetas: admite todas.
Prestaciones: terraza.
Días de cierre: ninguno.