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La Rioja

Carlos Valcárcel recibe una emotiva despedida en la iglesia de El Carmen

La familia del escritor y periodista fue arropada por centenares de amigos y autoridades

Imagen de archivo de una misa funeral
Imagen de archivo de una misa funerallarazon

MURCIA- «Don Carlos Valcárcel fue una persona que siempre supo disfrutar de todas las cosas, fue una persona feliz, se identificaba con los hombres y mujeres de Murcia y todo lo tamizaba de cara al bien que nacía del fondo de su corazón». Éstas fueron sólo algunas de las palabras que dedicó ayer el obispo de la Diócesis de Cartagena, José Manuel Lorca Planes, al escritor, periodista y cronista de la ciudad de Murcia, que fue despedido por centenares de personas que se congregaron en una abarrotada iglesia de El Carmen para dar el último adiós al que ha sido reconocido como embajador de su ciudad, gran maestro, caballero y notario de las tradiciones.El féretro con los restos mortales de Valcárcel Mavor, padre de cinco hijos entre los que se encuentra, el presidente autonómico, Ramón Luis Valcárcel y la concejala del Ayuntamiento de Murcia, Isabel Valcárcel, llegó sobre las 11.00 horas al templo con multitud de coronas de flores y portado a hombros por amigos de la familia. Un momento amargo para todos sus seres queridos, amigos y autoridades que, con semblante triste, no pudieron ocultar el vacío que el periodista y escritor ha dejado en los corazones de todos los que le conocieron. La viuda del cronista, Mari Cruz Siso, llegó cogida del brazo de su hijo Ramón Luis Valcárcel. A la llegada de ambos, muchos ciudadanos se acercaron para darles un sentido pésame y ofrecerles muestras de afecto y cariño. Momentos emotivos que continuaron cuando la Antiquísima, Real y Muy Ilustre Archicofradía del Cristo de la Preciosísima Sangre, más conocida como «Los Coloraos», le rindió un homenaje a su querido Carlos Valcárcel. Y es que una vez dentro de la iglesia, una banda de cornetas y tambores de la Archicofradía le dedicó «La marcha real», tradicional de las procesiones de Semana Santa y, a continuación, un grupo de bocinas y tambores hizo sonar «La Burla» de «Los Coloraos», que se volvió a escuchar al término de la misa. Sonidos que fueron envueltos por un fuerte aplauso con el que la sociedad muciana acompañó la salida de los restos mortales del templo, que posteriormente recibieron sepultura en el cementerio Nuestro Padre Jesús de Espinardo.Durante la homilía y con lecturas de San Agustín, el obispo de la Diócesis de Cartagena afirmó que «hoy nos vestimos de silencio y respeto por el dolor de una familia» que ha perdido a un hombre «que confesó su condición de creyente, y que exaltó su gran murcianía, cumpliéndola hoy delante de su imagen querida, el Cristo de la Sangre».«Con un corazón sincero y sin darle la espalda a la verdad, su carácter sereno y vida reconciliada, amante de las tradiciones murcianas» se despide una persona «privilegiada, porque siempre manifestó que encontró pronto el camino que le llevaba a Dios». La prueba de ello, continuó, «es que sus hijos reconocen estos valores que han recibido de su familia».Monseñor Lorca Planes recordó que la sociedad murciana «llora la desaparición de una persona importante», pero afirmó que «la muerte no ha cerrado su presencia porque dará una línea de continuidad eterna a su familia».Del mismo modo, mostró su apoyo a la viuda de Carlos Valcárcel por el dolor, pero le animó, tanto a ella como a sus familiares, «a salir adelante con la fe». También le alentó a que «recuerde las cosas buenas que vivió con su esposo», quien siempre se refirió a ella como «un regalo del cielo, su reina, su vida y su tesoro».

«Un murciano que seguirá queriendo a su tierra desde el cielo»Al funeral acudieron todos los consejeros del Gobierno regional, a excepción del titular de Política Social, Mujer e Inmigración, Joaquín Bascuñana, al encontrarse en Madrid por motivos de trabajo; además de autoridades políticas, jurídicas, económicas y sociales, como el torero Pepín Liria, quien dijo que su persona fue ejemplo por cómo proclamaba su murcianía y un referente para todos los que nos sentimos orgullosos de esta tierra. Entre los asistentes también se pudo ver al presidente de La Rioja, Pedro Sanz, que anteayer acudió al tanatorio. En este sentido, recordó que ya el jefe del Ejecutivo murciano estuvo con él en la muerte de su padre, «por lo que me parece obligado por mi parte estar aquí hoy, en momentos muy difíciles, ya que la pérdida de un padre se produce una sola vez en la vida».Igualmente, el alcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara, lamentó la pérdida de «un gran murciano, una gran persona y en mi caso, una figura que me ha enseñado a querer cada día más a Murcia». A su vez, afirmó que «hoy Murcia y su Santísimo Cristo de la Sangre lo ha despedido y seguiremos teniendo a un murciano que continuará pronunciando y queriendo a Murcia allá en el cielo», concluyó.