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Campos: «Para mí esto era un drama y la solución era pagar la multa»
Arranca en Valencia la tercera jornada del juicio que se sigue contra el expresidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps.
"Hace un día mejor´", ha dicho al llegar sin perder la sonrisa un tanto forzada. El que fuera jefe del Gobierno valenciano compartirá de nuevo banquillo con el exsecretario general del PPCV, Ricardo Costa, ambos imputados por un delito de cohecho pasivo impropio.
A estas horas declara el exvicepresidente de la Generalitat, Víctor Campos, en calidad de testigo, no de acusado, tal y como le ha recordado el juez a la fiscala ante el tono de su interrogatorio. Campos y el exjefe de gabinete de la Conselleria de Turismo, Rafael Betoret, admitieron a "efectos formales"haber aceptado regalos de la trama Gürtel. Campos ha dicho: "Para mí esto era un drama y la solución era pagar la multa. Valoré el sufrimiento de mi familia y el mío propio -estuvo en la UCI por un infarto- y tomé esa decisión". Creyó que Camps y Costa seguirían el mismo camino. Al final sólo él y Betoret firmaron. Ni se imaginó entonces que tendría que volver a los Juzgados.
Tras Campos, se espera ahora que pase esta mañana por la sala Rafael Betoret. La tarde se dedicaría a interrogar a Álvaro Pérez, "El bigotes", uno de los cabecillas de la trama y, si da tiempo, ya que las intervenciones están siendo muy largas, podrían entrar José Luis Peñas, Carmen Hinojosa y otros cinco testigos más.
Por su parte, el interrogatorio a Carmen Hinojosa, letrada de Cortefiel y prima de Eduardo Hinojosa, propietario de Milano y Forever Young, ha tratado de desvelar si hubo encargos por parte de Camps y Costa y, si en caso de que esto hubiera sido así, éstos pagaron las prendas o si se elaboraron facturas falsas. "No me consta (…) Nadie me dijo que se alterara nada y no creo que se hubiera hecho", ha comenzado en su intervención. No obstante, y a preguntas del abogado de Camps, ha admitido que supo, por un e-mail enviado por una persona del departamento interno de Auditoría, de la existencia de facturas sobre mercancías que no se vendían en Milano. Es decir, que sí pudo haber alteración de documentos que incriminan al expresidente valenciano.
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